Amigos del Club de Ciencias Forenses, esta semana presentamos el artículo “Characteristics of persons accused of intimate partner homicide amongst forensic psychiatric observations”, de Valabdass, S. N.; Subramaney, U. y Edge, A. (2021), en el que los autores realizan un estudio para intentar obtener un perfil criminal de acusados de violencia íntima en la pareja que se encuentran en centros psiquiátricos a la espera de juicio.

La violencia dentro de la pareja es un tema que hemos tratado previamente en otros post y ya sabemos que es un problema con una gran dimensión que debe ser abordado con urgencia.

El homicidio dentro de la pareja se define como el asesinato intencional de la pareja actual o anterior, y dentro de la violencia en este ámbito se considera la forma más extrema. Estos homicidios pueden involucrar cónyuges, parejas actuales o que ya no lo son, parejas homosexuales y víctimas tanto masculinas como femeninas (en este caso, hablamos de violencia de género).

En un estudio global realizado en más de 66 países se encontró que el 13,5% de todos los homicidios, y el 38,6% de aquellos en los que las víctimas eran mujeres, fueron cometidos por las parejas íntimas de estas.

Un estudio en el contexto nacional de los autores, Sudáfrica, reveló que entre 1999 y 2009, aproximadamente el 50% de las víctimas de asesinatos u homicidios habían muerto a manos de sus parejas.

 Por tanto, es un fenómeno de especial importancia que debemos estudiar para mejorar en su prevención.

Existen algunas lagunas, aún a día de hoy, con respecto al perfil criminal de los acusados y las características del delito en aquellos casos de violencia en la pareja que son remitidos a observación psiquiátrica forense.

Esto es, casos de violencia en la pareja en los que se ha considerado que el victimario no era responsable penalmente o era inimputable debido a ciertas características.

El objetivo de este estudio es describir el perfil sociodemográfico, clínico y forense de los acusados remitidos a observación psiquiátrica forense. Además, los autores examinaron las características de los delitos.

El estudio consistió en una revisión retrospectiva de los expedientes de los acusados por homicidio o intento de homicidio en el contexto de la pareja que encontraban internados en un hospital psiquiátrico de Sudáfrica. Se tuvieron en cuenta los datos desde el 1 de enero del 2000 hasta el 31 de diciembre de 2018.

La muestra incluyó únicamente a mayores de edad, de ambos sexos. Fueron un total de 145 hombres y 18 mujeres. 33 de ellos tenían una enfermedad psiquiátrica previa y 108 admitieron consumir sustancias como alcohol y cannabis con cierta frecuencia. Además, el 26% de los acusados fueron victimarios anteriores de violencia de género.

Con respecto a las características del delito, se obtuvieron datos muy interesantes.

Por ejemplo, la gran mayoría de las víctimas eran el cónyuge o pareja actual del acusado. El apuñalamiento con cuchillo era el método homicida más común, seguido del disparo.

La mayoría de delitos ocurrieron en la residencia, o bien de la víctima o bien del victimario, habiendo casos en los que ambos la compartían.

El 69% de los acusados informó de no haber consumido ninguna sustancia en el momento del delito.

Además, hubo quienes señalaron motivos para cometer estos delitos. Los más comunes fueron rabia, infidelidad y separación.

Con respecto a la observación psiquiátrica, se vio que el 18% tenía un trastorno por consumo de sustancias; el 15%, uno depresivo mayor; el 9% tenía un trastorno del estado de ánimo; el 3%, demencia y un 1% contaba con algún tipo de retraso mental.

En general, se consideró que la muestra era más apta para ser juzgada que para no ser juzgada, así como que había muchos más acusados responsables penalmente que no responsables.

También se descubrió que el género es un factor de predicción significativo de ambas cosas: la aptitud para ser juzgado y la responsabilidad penal.

Esto es, los hombres tenían más probabilidades de ser considerados aptos y responsables, mientras que ocurría lo contrario con las mujeres.

La presencia de un diagnóstico psiquiátrico en el momento de la comisión del delito, se asoció significativamente con estos dos puntos. Tener una psicopatología como un trastorno psicótico o demencia en el momento de la infracción, hizo que fuera más probable que los acusados fueran considerados inadecuados para ser juzgados y no responsables penalmente.

Además, la literatura sugiere que el trauma infantil juega un papel muy importante. El trauma puede incluir abuso físico y/o sexual o presenciar violencia. Sin embargo, solo un 10% de la muestra refirió haber experimentado traumas infantiles. Existe la posibilidad de que los sujetos no hayan informado de haberlo experimentado o que los evaluadores no hayan indagado lo suficiente sobre esta posibilidad.

Al igual que la mayoría de estudios, este presenta limitaciones. Una de ellas es que por la propia naturaleza retrospectiva de éste, es posible que los datos no siempre estén completos y haya información inexacta o imprecisa.

Los autores señalan la necesidad de seguir ahondando en el tema, especialmente en el contexto de Sudáfrica en el que se encuentran, ya que existe muy poca investigación en él sobre el fenómeno.

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