Amigos del Club de Ciencias Forenses, esta semana presentamos el artículo “How bad is crime for business? Evidence from consumer behavior”, de Fe, H. y Sanfelice, V. (2022), en el que los autores realizan un estudio con datos de la ciudad de Chicago para entender el comportamiento de los consumidores cuando se trata de elegir qué negocios frecuentar, teniendo en cuenta las tasas de criminalidad del lugar en que éstos se sitúan. 

Numerosos estudios sugieren que el miedo a la victimización hace que los consumidores, trabajadores y empresarios alteren sus actividades. El crimen y los cambios de comportamiento que conlleva, aumentan el coste de hacer negocios en un lugar y, por tanto, afecta al desarrollo económico de toda la zona. 

La literatura económica ha dedicado muy poca atención a estudiar si el crimen impacta en las actividades comerciales, y si es así, cómo lo hace, explorando en concreto el comportamiento del consumidor. 

Este es el objetivo de los autores con este artículo: llenar el vacío existente en la literatura sobre este punto, mediante la medición del comportamiento del consumidor en función de las actividades delictivas de una zona. Comprenderlo es fundamental para las empresas, los urbanistas, la criminología urbana y los responsables políticos. 

En los últimos tiempos, la presencia de pequeñas empresas locales como cafeterías, supermercados y bares, se ha convertido en un símbolo de desarrollo de los barrios. Por tanto, al medir la respuesta del consumidor a la delincuencia local, se ayuda a los responsables de la formulación de políticas a comprender cómo la delincuencia puede afectar a los esfuerzos que se realizan para impulsar el desarrollo económico. 

Un estudio de 2019 informaba que una mayor prevalencia de delitos violentos y contra la propiedad privada estaría significativamente asociada tanto con el fracaso empresarial como con la reubicación de negocios. Otro estudio de 2016 encontró que la delincuencia en los vecindarios reduce los valores de las propiedades comerciales. Sin embargo, no existe un consenso claro sobre el efecto del crimen, ya que la mayoría de resultados empíricos no tienen aún interpretaciones causales.

Para comprender la relación entre el crimen y la elección del consumidor, se deben examinar tres roles: el del consumidor, el del delincuente y el de la empresa. 

La teoría criminológica reconoce que un delincuente motivado, la presencia de un objetivo adecuado y la ausencia de una tutela efectiva, son elementos esenciales que propician el hecho delictivo. Conscientes de estos elementos, los ciudadanos asimilan el riesgo de convertirse en víctimas y modifican sus acciones en base a ello. 

El nivel de delincuencia asociado con la ubicación de un lugar puede afectar a los consumidores de un negocio de varias maneras. Por ejemplo, las personas pueden tomar en consideración el riesgo de ser víctimas de un delito mientras visitan físicamente un establecimiento y pueden optar por evitar ciertas áreas

La percepción de la violencia ha afectado también a la decisión residencial, remodelando las ciudades con la huida de las familias a las afueras, en busca de un entorno más seguro.

Los consumidores también pueden verse afectados a través de las experiencias emocionales asociadas con el uso de un servicio: las experiencias positivas en un entorno tienen una influencia positiva en las emociones, y al contrario ocurre lo mismo. 

Por otro lado, las personas también pueden evaluar su riesgo de ser victimizados a través de la observación, como ya señaló la famosa teoría de las ventanas rotas, o, por ejemplo, siendo conscientes de la presencia policial en un lugar. 

Por otro lado, hay varias formas en las que el flujo de consumidores afecta a la decisión de los individuos de cometer delitos. Por ejemplo, los lugares con más gente ofrecen más oportunidades para que los delincuentes ataquen. Una mayor circulación de personas en áreas urbanas también puede alterar el orden social y facilitar la discreción de las actividades ilícitas disminuyendo la probabilidad de aprehensión del criminal. Incluso los consumidores pueden convertirse en delincuentes cuando las reuniones generan conflictos sociales. 

En cuanto a los negocios, pueden sufrir delitos como hurtos o robos, y gastar muchos recursos económicos en medidas de prevención y protección para aumentar la seguridad privada. La delincuencia puede provocar, por otro lado, una disminución de los ingresos si ahuyenta a los consumidores. 

Los autores analizaron datos procedentes de las autoridades policiales de la ciudad de Chicago, una de las más importantes de Estados Unidos.

Los resultados principales sugieren que el efecto de la delincuencia en las visitas de los consumidores a los negocios es grande y significativo cuando los incidentes ocurren en espacios públicos, mientras que los delitos que ocurren en las residencias privadas no tienen un efecto estadístico relevante. 

Por otro lado, el crimen parece tener un efecto negativo en el número de visitas y el número de clientes que recibe un establecimiento, pero no se encontraron efectos importantes en el tiempo que estos clientes permanecían en el local.

Y, como es lógico, las visitas nocturnas son más sensibles a los cambios en el crimen que las visitas diurnas. 

Los hallazgos del artículo son consistentes con el argumento de que la percepción de la violencia y el riesgo de victimización ahuyenta a los consumidores, lo que hace que las empresas sean potencialmente menos rentables.

Comprender esto es útil para ayudar a los legisladores y las agencias locales a planificar la reactivación y el desarrollo económico de las comunidades, de la mano con políticas efectivas de prevención de la criminalidad. 

Si quieres saber más sobre Criminología, Perfilación Criminal y el ámbito de las Ciencias Forenses no te pierdas nuestro Master of Science in Criminal Profiling o el Master of Science in Anti-Fraud Behavioral Analysis, programas 100% online, que puedes cursar en inglés o español, con becas especiales para lectores del Club de Ciencias Forense.

Author

Write A Comment

Club de Ciencias Forenses