Palabras clave y léxico elegido para mentir - Club Ciencias Forenses

Estimados suscriptores y seguidores del Club de Ciencias Forenses, en esta ocasión les proponemos un resumen del artículo “Palabras clave y léxico frecuente como indicadores de la mentira”, del autor Marcial Terrádez Gurrea, de la Universidad de Valencia, que analiza hasta qué punto la elección de palabras concretas puede ser un indicador de que estamos frente a una mentira.

Aunque la creencia popular sostiene que el lenguaje no verbal es el mejor indicador a la hora de detectar la mentira, diferentes investigaciones han puesto de manifiesto que la combinación de lenguaje verbal y no verbal ofrece mayores porcentajes de acierto en la detección del engaño que el uso de uno solo de estos parámetros. Los estudios que se han acercado a la detección de la mentira a través del lenguaje verbal empleado se han preocupado tradicionalmente de diversos aspectos: cantidad de palabras, uso de pronombres personales, uso de verbos sensitivos, palabras de emoción negativa y uso de palabras de exclusión, entre otros.

En este artículo se presentaron los resultados de una investigación destinada a evaluar si las palabras utilizadas por individuos cuando escriben funcionan como un buen predictor a la hora de diferenciar textos de mentira y textos veraces, analizando además si todas las anteriores clases de palabras son realmente útiles a la hora de realizar un diagnóstico.

Para realizar la investigación, se contó con 38 individuos de un instituto de educación secundaria. A los mismos se les solicitó que escribieran dos textos, uno en el que dijeran las verdad y otro en el que mentirían sobre lo que habían hecho. Posteriormente, sobre los mismos se llevó a cabo un estudio de las palabras utilizadas, basado en la frecuencia y comparación de los dos textos, mediante el programa AntConC.

Una vez aplicado el estudio, se extrayeron diversas conclusiones: en primer lugar, que los textos veraces realizaban descripciones concretas y detalladas de los lugares, mientras que en los textos falsos se realizaban menciones genéricas e inconcretas de los lugares. En segundo lugar, en los textos en los que se decía la verdad, quedaba muy patente el orden cronológico en el que se sucedían los hechos que se contaban, mientras que en los textos que contaban mentiras se realizaban menciones mucho más vagas a la sucesión temporal de los hechos.

Respecto al uso concreto de palabras, se encontró que en los textos veraces se utilizaron más cuantificadores, y más variados, además de aparecer como palabra clave la conjunción adversativa “pero”. Por su parte, en los textos falsos, se encontró que aparecían con mayor frecuencia los pronombres de tercera persona, así como elementos deíticos para referirse a la tercera persona; también un número mayor de palabras relacionadas con lo sensitivo, y un gran uso del conector “además”.

En conclusión, si se comparan los resultados de esta investigación con los de anteriores investigaciones,  se observaría que los resultados coincidirían en su mayoría, pero también que ciertos elementos no lo harían. Por ejemplo, el número de palabras no mostraría en esta investigación correlación significativa. Por tanto, y al tratarse de un estudio exploratorio, habrá de verse confirmado posteriormente con nuevas investigaciones de índole similar.

2 Comments

  1. María Luisa Mestres García Reply

    Considero que es un articulo interesante si bien estaría completo si se aplicara a más áreas no solo a un grupo.

    Si me ha gustado al valorarlo globalmente

    • Francisco Javier Torregrosa López Reply

      Hola María Luisa!

      El propio autor dice varias veces (está en abierto, por si tienes interés, en Internet) que se trata de un estudio exploratorio. En cualquier caso, esperemos que después de esto siga trabajando más temas. Procuraré que en próximas entradas hayan más investigaciones sobre este tema, si te parece.

      ¡Gracias por comentar!

      Javier
      Editor del blog.

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