Amigos del Club de Ciencias Forenses, esta semana presentamos el artículo “’Anyone who commits such a cruel crime, must be criminally irresponsible’: context effects in forensic psychological assessment” de Rassin, E. (2021), en el que el autor realiza un estudio para saber cómo datos contextuales influyen en el juicio de los psicólogos forenses cuando deben realizar un informe pericial penal. 

Sabemos que los procedimientos penales son distintos en cada país debido a que todos tienen su propio sistema legal, pero en general, una cuestión que es crucial para el juez o el jurado es determinar si el sospechoso ha cometido un delito o no. 

Cuando hay pruebas contradictorias, esta puede ser una tarea difícil. Por ello, se suele utilizar la ayuda de peritos expertos. 

Creemos que estas personas presentarán ideas científicamente analizadas y siempre objetivas. Sin embargo, se ha demostrado que estos informes expertos son susceptibles a errores y sesgos, puesto que, al final, son elaborados por personas y todos cometemos fallos. 

De hecho, existe mucha literatura sobre los sesgos en los peritos expertos y cómo les afectan. Por ejemplo, pueden ser vulnerables al sesgo de lealtad, es decir, la tendencia a producir informes que son favorables a la parte que los ha contratado. 

Pero más allá de eso, puede existir el sesgo de confirmación forense. En pocas palabras, sería un sesgo a través del cual las creencias, expectativas y contexto situacional influirían en la recopilación, percepción e interpretación de las evidencias. 

Este último componente del sesgo de confirmación forense, se denomina efecto del contexto. Es decir, en ocasiones se sobreestiman elementos del contexto que deberían considerarse irrelevantes para tomar la decisión. 

En 2021 se realizó un experimento citado en el artículo, que encontró que para una muestra de 133 patólogos forenses, el sexo y la edad del cuidador de un niño que había sido encontrado muerto, determinaban hasta qué punto consideraban sospechosa la muerte. Si el cuidador era el novio afroamericano de la madre del niño, los patólogos tenían cinco veces más probabilidades de etiquetar la muerte del niño como un homicidio en lugar de un accidente, ocurriendo lo contrario cuando la sospechosa era la abuela caucásica del niño. 

Es cierto que los expertos entregan informes de alta calidad para tomar decisiones legales, pero debemos ser justos, puesto que además de ser expertos, son personas susceptibles a los sesgos como cualquier otra. 

De hecho, los efectos del contexto y otros sesgos se han documentado en el trabajo de expertos de todo tipo de áreas, incluidos los análisis de ADN, de huellas dactilares, el análisis óseo antropológico, las marcas de mordeduras, las manchas de sangre, la escritura manual y los análisis de voz, entre otros. 

Hay razones para creer que los psicólogos forenses también son susceptibles a los sesgos. Los análisis psicológicos forenses hacen referencia, entre otros temas, a la evaluación del riesgo, la aptitud para ser juzgado y la evaluación del tratamiento. Además, tratan de responder a la pregunta de si el sospechoso es criminalmente responsable y, por lo tanto, apto para la prisión, o criminalmente irresponsable y, por tanto, necesita tratamiento en una clínica psiquiátrica forense. 

Chevalier encontró, en 2015, hallazgos que sugerían que los psicólogos forenses efectivamente muestran el sesgo de lealtad: cuando realizan una evaluación de riesgos tienden a beneficiar de alguna manera a la defensa o a la acusación, en función de quiénes los han contratado. 

Sin embargo, se desconoce hasta qué punto los psicólogos forenses son susceptibles a la información contextual.

El objetivo de este estudio fue probar si los efectos del contexto ocurren también en los psicólogos forenses. 

Para ello, se reunieron 60 estudiantes de psicología forense con una media de 23 años. Se les pidió que juzgasen el estado mental de un sospechoso y se les dividieron en dos grupos. Uno de esos grupos recibió imágenes muy explícitas del caso, se les dijeron que las víctimas habían sido “cortadas con cuchillo” y se les mostró la fotografía de un rostro pensado para provocar desconfianza. Al otro grupo, se le proporcionaron imágenes mucho más sutiles, se le dijo que las víctimas habían sido “descuartizadas” y el rostro del sospechoso que se les mostró estaba pensado para generar una sensación agradable. 

Se planteó la hipótesis de que sí son susceptibles a este sesgo. Se esperaba que los participantes que estuvieran expuestos a pruebas muy explícitas juzgarían con mayor severidad el estado mental del sospechoso, ocurriendo lo contrario en los participantes que vieron pruebas más sutiles. 

Efectivamente, sucedió tal cual lo esperado. La valoración de la salud mental del sospechoso se vio significativamente afectada por el factor contextual. 

Una limitación del estudio fue que no se supo de qué manera influyó cada tipo de información contextual. En investigaciones futuras, se debería explorar este aspecto. 

Si quieres saber más sobre Criminología, Perfilación Criminal y el ámbito de las Ciencias Forenses no te pierdas nuestro Máster de Criminal Profiling, nuestro curso en Criminal Profiling o nuestro Experto Universitario en Investigación Criminológica, programa 100% online y certificado por la Universidad a Distancia de Madrid, con becas especiales para lectores del Club de Ciencias Forenses.

 

Author

Write A Comment

Club de Ciencias Forenses