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Psicopatología y Crimen: ¿demencia o excusa? Club Ciencias Forenses.
Psicopatología y Crimen: ¿demencia o excusa? Club Ciencias Forenses.

Estimados suscriptores y seguidores del Club de las Ciencias Forenses, esta vez les hacemos llegar un resumen del artículo “Psicopatología y causalidad delictiva: ¿demencia o excusa? ”, de la autora Meagan Cline de la Universidad Liberty (EE. UU.), acerca de la aplicación o validez de la “enajenación mental” como argumento de defensa en los procesos criminales.

Los delitos se cometen por muchas razones. Los dos elementos fundamentales de los actos criminales son la intención y el acto criminal. La cuestión es, ¿qué sucede cuando una persona sufre un trastorno mental o cualquier otro problema que influye en su cognición? ¿Es realmente posible que un individuo carezca del control cognitivo necesario para abstenerse de realizar un acto criminal? La investigación de la causalidad delictiva y la psicopatología ciertamente parece indicar que puede darse el caso. La psicopatología es uno de los elementos más importantes para el estudio y la comprensión de la causalidad del crimen. No obstante, cabe preguntarse si la psicopatología es una causa o una excusa para la conducta ilícita de los delincuentes violentos. Para hablar sobre la causalidad delictiva, es importante entender también la terminología utilizada. El primer término relevante para esta evaluación es psicopatología. La definición estándar de psicopatología es el “estudio de las condiciones mentales psicopáticas”. El siguiente es psicosis. La psicosis es una de las condiciones mentales más comúnmente ligadas al comportamiento criminal. Se define como una condición que hace que el individuo pierda el contacto con la realidad. Otro factor importante para la comprensión de la psicopatología y la causalidad criminal es la comprensión del diagnóstico. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) es la guía oficial para el diagnóstico de los trastornos mentales. Por otra parte, la teoría de la tensión es otro elemento importante en esta investigación. Esta teoría sostiene que las personas que cometen delitos lo hacen con el fin de aliviar algún tipo de tensión psicológica o estrés. En casos extremos, esa tensión o estrés pueden dar lugar a delitos más graves, incluidos crímenes sexuales o incluso el asesinato. La teoría del aprendizaje social sugiere que los individuos pueden estar condicionados para cometer delitos por su entorno. Es decir, aprenden la actividad criminal de las personas de su entorno. La teoría del control plantea que las personas que cometen delitos lo hacen porque lo ven como una alternativa más fácil para conseguir algo. Por otro lado, según la teoría de la anomia, la anomia es “la de ausencia de normas”. Es decir, que un individuo expuesto a la anomia puede tener una sensación de alienación de los grupos “normales” dentro de la sociedad.

Es fundamental aprender todo lo posible acerca de por qué se cometen los delitos, quién los comete y con qué propósito. La única manera de combatir eficazmente la delincuencia, reducir la reincidencia, y transformar las vidas de los que están en la comunidad afectada por la delincuencia, es entender estos conceptos. La investigación apoya la idea de que la disfunción cerebral y el comportamiento criminal están vinculados. Los factores psicopatológicos a menudo se convierten en un problema durante los procesos judiciales. Desde la mitad del siglo XIX, los acusados han argumentado enajenación mental o incapacidad mental para excusar la conducta ilegal que han cometido y conseguir una sentencia más leve. Asimismo, existen muchos trastornos que pueden encuadrarse dentro de la psicosis o del trastorno mental, como la pedofilia, el exhibicionismo, el abuso de sustancias, el sadismo sexual, el voyeurismo, la piromanía y la cleptomanía. Del mismo modo, es necesario considerar el comportamiento y cuidado de los prisioneros, puesto que los psicópatas y sociópatas a menudo son capaces de mostrarse de una manera mientras mantienen una lucha interior para controlar sus delirios, paranoias y otros trastornos mentales. Cabe afirmar según las fuentes consultadas que los individuos clasificados como psicópatas o
sociópatas tienen pocas, o ninguna, pauta moral. Asimismo los factores sociodemográficos y psicológicos están sin duda relacionados con la delincuencia, especialmente con los crímenes violentos. La investigación indica que existe una fuerte correlación entre el acoso, la psicopatología, la compulsión y el pensamiento delirante. Con una sociedad actual tan culturalmente diversa, es importante aplicar los conceptos de cultura y diversidad a la psicopatología y la causalidad criminal. Para ello, habría que recurrir a la teoría del aprendizaje social para distinguir los grupos de población a fin de determinar la actitud de las diversas culturas y poblaciones con respecto al crimen. Además, se necesita una aplicación real para el asesoramiento o tratamiento de los delincuentes, ya que hay que tener en cuenta las variables culturales y ambientales subyacentes para que el tratamiento o terapia sea eficaz. Dentro de este contexto, también es importante entender la prevalencia de las subculturas, puesto que es un importante factor sociológico que influye en la causalidad del crimen. Otra de las aplicaciones para la vida real de la psicopatología y la causalidad criminal son los perfiles criminales. Los perfiles criminales son especialmente importantes en los crímenes violentos, ya que estos tipos de delitos en general están relacionados con la psicopatología, el sadismo y otros trastornos mentales.

El quid de la justicia penal es entender de qué crimen se trata, quién lo ha cometido y por qué. La investigación llevada a cabo en este estudio indica claramente que muchas personas realmente sufren de trastornos mentales y pueden no ser capaces de controlar sus pensamientos y conductas. A medida que la sociedad sigue evolucionando y, con ella, el sistema de justicia criminal, es importante que las personas que trabajan en el sistema de justicia penal sean conscientes de las diferentes investigaciones que se han llevado y se están llevando a cabo. La bibliografía revisada revela una clara necesidad de métodos innovadores, competentes en la lucha contra la delincuencia y la comprensión de la causalidad delictiva. Plantea igualmente una continua necesidad de identificación y tratamiento de los trastornos mentales individuales. No obstante, es cierto que en algunas ocasiones un criminal ha podido utilizar el argumento del trastorno mental como excusa para su lamentable comportamiento. Sin embargo, las investigaciones y revisiones indican que hay, de hecho, muchas personas que son verdaderos enfermos mentales y que carecen de la capacidad mental para entender su propio comportamiento. En estos casos, es importante para el sistema de justicia criminal reconocer su situación y ofrecer el tratamiento y aplicar las penas que contribuyan a su salud y bienestar. Parece ser que el sistema de justicia penal está abierto a la innovación y a la consideración de las enfermedades mentales; sin embargo, hay una sensación general de escepticismo hacia cualquier caso criminal que recurra al argumento de defensa por enajenación mental o incluso la mera mención de enfermedad mental. Esto no quiere decir que los tribunales no deban estudiar detenidamente el caso para determinar si la enfermedad mental es, de hecho, un factor.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club de Ciencias Forenses.

Traducción y edición: Leticia Moreno

Determinación del género a través de las huellas palmares. Club Ciencias Forenses.
Determinación del género a través de las huellas palmares. Club Ciencias Forenses.

Estimados suscriptores y seguidores del Club de Ciencias Forenses, esta semana les ofrecemos un resumen del artículo “Determinación del género a través de las impresiones de huellas latentes de la palma de la mano presentes en los documentos”, del autor Amit Chauhan de la Universidad Amity (India), que trata de la identificación de sospechosos a través de las huellas palmares latentes presentes en los documentos.

Las marcas (dedos y palma de la manos) genotípicamente determinadas y únicas e imborrables por naturaleza, son consideradas uno de los mejores recursos para identificar un individuo con absoluta certeza. Las huellas de la palma de la mano son muy características y lo son igualmente si son halladas en la escena de un crimen y en documentos cuestionados. Se han llevado a cabo estudios con el fin de determinar el autor de un documento, pero no para determinar el género de un individuo. La identificación de un sujeto a través de las huellas de la palma de la mano es infalible, y si la determinación del género pudiera realizarse por medio de las huellas latentes de la palma de la mano sería de gran ayuda para los expertos forenses y para los investigadores a la hora de atrapar a un sospechoso. Así pues, dado que los dedos/palma de la mano tienen líneas y surcos elevados con poros de sudor que mantienen las crestas húmedas, y por lo tanto al tocar la superficie de escritura, se prevé que deje su impresión (huella) de forma latente en la superficie de escritura o en los papeles. En concreto, cuando firmamos, la parte inferior de la palma (área hipotenar) toma contacto con la superficie de escritura. Por otra parte, puesto que al parecer el sudor es un líquido incoloro, las impresiones que deja tras de sí no son visibles a simple vista; por lo tanto se debe incrementar la visibilidad de las impresiones por medio de distintas técnicas. En este trabajo, la relación inherente de las firmas con las huellas de la palma de la mano conduce a la determinación del género del sospechoso, e incrementa asimismo la fiabilidad del análisis de los documentos cuestionados. El análisis concienzudo de las huellas palmares reveladas y los parámetros obtenidos sobre los datos de los detalles particulares (radio de curvatura, distancia de curvatura de la línea de escritura, ángulo del centro de la curvatura de la línea de escritura, y la interdistancia de curvaturas) proporcionan valores estadísticamente significativos (P <0,05). En consecuencia, estos resultados indican que la determinación del género es posible.

Para este estudio, se utilizó una muestra de 60 personas, 30 hombres y 30 mujeres. La selección de los sujetos se realizó de forma aleatoria. Después de pedir su consentimiento, se les pidió a los sujetos que estamparan su firma en una hoja de papel blanco de buena calidad (papel bond) con un bolígrafo. Para revelar las huellas latentes recientes, se utilizó polvo negro, que por lo general se considera el mejor revelador para muestras frescas. El objetivo del estudio es determinar el sexo de un individuo a partir de la información recopilada por la obtención de las huellas reveladas de la palma de la mano. En primer lugar, hay que asignar los tres centros de curvatura en las huellas palmares reveladas y correlacionarlos con la línea de escritura donde se efectuaron las firmas. Se prevé que la imagen latente de las impresiones de la palma aparecerá bajo esa firma o en la línea de escritura. Claramente, identificar un individuo con absoluta certeza se ha convertido en una necesidad. Las huellas de la palma de la mano, sin duda, son más fiables y son evidencias aceptadas en los tribunales de justicia. El actual estudio se llevó a cabo para determinar el sexo de un individuo a través de las huellas palmares latentes en documentos. Es muy poco probable que en los documentos no aparezcan huellas latentes de la palma de la mano y muy difícilmente creíble que cuando escribimos, nuestra mano o parte de la palma no se apoye en el papel. El hecho de que no parezcan huellas latentes en los papeles puede ser debido al uso de guantes en las manos. De este modo, una vez que se ha firmado o empleado cualquier útil de escritura en un documento, entonces junto con la escritura el individuo también deja su identidad en forma de impresión latente de la palma de la mano.

Los resultados de este estudio muestran diferencias concluyentes entre los géneros. Por consiguiente, mediante el análisis de las huellas palmares reveladas y su relación intrínseca con la firma se puede llegar a determinar el género de un sospechoso. Al realizar el examen de los parámetros de los detalles particulares, se observa que las variaciones de los parámetros de ambos géneros son claras. Estas variaciones en los detalles particulares entre mujeres y hombres son significativos de la determinación del sexo, lo que esencialmente permite la determinación concluyente del sexo de un individuo. La determinación del género proporciona igualmente una pista importante sobre el sospechoso durante la investigación, lo que disminuye el plazo de resolución y su papel exacto en el caso. Así pues, los resultados del estudio indican que se puede utilizar esta técnica con el fin de minimizar la lista de sospechosos hallando valores similares para el género de los sospechosos.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club de Ciencias Forenses.

Traducción y edición: Leticia Moreno

Información oculta en Internet. Club Ciencias Forenses.
Información oculta en Internet. Club Ciencias Forenses.

Estimados suscriptores y seguidores del Club de Ciencias Forenses, esta semana les ofrecemos un resumen del artículo “ID-Check: El Test de Información Online Oculta revela la verdadera identidad”, de los autores Bruno Verschuere y Bennett Kleinberg de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos), que trata acerca de la información autobiográfica oculta en Internet y la comprobación de identidades.

Google, selfies, Facebook, Twitter y el correo electrónico. En las últimas dos décadas, Internet ha cambiado nuestras vidas considerablemente. También cambia la ciencia forense. Las técnicas actuales de detección de mentiras se basan casi exclusivamente en entrevistas cara a cara. En este estudio, se analiza la precisión de un test a través de Internet que tiene como objetivo descubrir la verdadera identidad. Para descubrir la verdadera identidad oculta se puede recurrir a la técnica del Test de Información Oculta (CIT en inglés). El CIT consiste en una serie de preguntas de opción múltiple. En lugar de basarse en las reacciones manifiestas del sospechoso: autonómicas (conductancia de la piel registrada con un detector de mentiras), electrofisiológicas (la onda cerebral P300), o nerviosas (la respuesta BOLD obtenida a través del fMRI), se miden las reacciones a las alternativas presentadas. Debido a su fácil aplicación, se ha centrado la atención en tareas informatizadas breves que dependen de los tiempos de reacción (RTs). Se ha demostrado que los Rts pueden proporcionar un repertorio rápido y preciso de información oculta, determinando que ante el conocimiento oculto se reacciona de forma más lenta que ante detalles similares pero irrelevantes. Esta prueba basada en RT también se puede aplicar como un ID-check (chequeo de identidad), descubriendo la verdadera identidad con una precisión similar a las medidas del sistema nervioso autónomo. Se ha modernizado este ID-check basado en RT a una versión online. En un primer conjunto de estudios, se pidió a los participantes que ocultaran su verdadera identidad al realizar el test de información autobiográfica oculta online. Estos estudios identificaron factores importantes que afectan a la precisión del test, detectando mejor los detalles relevantes al presentar al azar todas las alternativas a todas las preguntas que secuencialmente pregunta por pregunta, y con una prueba lo suficientemente extensa (es decir, al menos 240 ensayos).

Los participantes realizaron la prueba a su ritmo y en su propio ordenador. Para ello, debían acceder a esta página web http://www.lieresearch.com/?page_id=689 y, proporcionar datos demográficos (género, edad, lengua materna), así como información relacionada con la identidad (nombre, apellidos, curso universitario, fecha de nacimiento y país de origen). Se les pidió igualmente que indicaran nombre, apellidos, curso, fecha de nacimiento y país de origen alternativos a partir de una lista de posibles elementos de control. En el siguiente paso, los participantes fueron informados de que su tarea consistía en ocultar su propia identidad y adoptar una identidad falsa. Se les requirió practicar y memorizar su identidad falsa hasta que lo hicieran sin equivocaciones. Se les informó que iban a hacer una prueba de detección de la memoria donde debían negar el reconocimiento de cualquier elemento salvo los relativos a su identidad falsa. En el Test de Información Oculta, las palabras van apareciendo en la pantalla del ordenador una por una muy brevemente, y se les pidió que respondieran lo más rápido posible SÍ o NO a la pregunta “¿Es usted?”. Por lo tanto, los participantes debían responder SÍ sólo en lo relativo a su falsa identidad y NO para los demás elementos, incluida su verdadera identidad. Después de realizar el CIT, debían calificar los 5 ítems iniciales (nombre, apellidos, curso universitario, fecha de nacimiento y país de origen) y otros 5 (por ejemplo, animal favorito) según lo relevantes que fueran para ellos utilizando una escala Likert de 9 puntos (1 = no es relevante en absoluto, 9 = absolutamente relevante).

En el presente estudio, se ha examinado si es posible descubrir la verdadera identidad de los participantes que se atribuyen una falsa identidad. En lugar de basarse en medidas fisiológicas o en entrevistas cara a cara, se utilizó una prueba online que registra los tiempos de reacción de los participantes. Combinando moderadores que fueron identificados durante el desarrollo de esta prueba, se analizó su potencial de diagnóstico. Los resultados mostraron que el test posee una alta precisión. No obstante, hay que tener en cuenta varios aspectos a la hora de interpretar esa precisión. En primer lugar, la exactitud en este estudio puede representar el límite superior de la eficacia diagnóstica que se puede obtener en los tests online, ya que para aplicarlo en el ámbito forense es difícil establecer un número suficiente de informaciones relevantes. Segundo, para asegurar la calidad de los datos, se han creado estrictos criterios de exclusión, lo que implica que no se tuvo en cuenta a gran parte de la muestra (28%). Estos criterios de exclusión no son definitivos y sería importante establecer criterios que proporcionasen un equilibrio entre el máximo de inclusiones y datos de calidad. En tercer lugar, el test online requeriere comprobar quién lo está realizando. Dependiendo de la aplicación, esto puede llevarse a cabo mediante una contraseña, una cámara web, un escáner del ojo, o un colaborador que esté físicamente presente. A pesar de que la eficacia diagnóstica se debe establecer con arreglo a condiciones más realistas, los resultados actuales indican que existe un futuro prometedor en la detección online de información autobiográfica oculta. En condiciones específicas, el ID-check online puede alcanzar una alta precisión y puede ayudar en la comprobación de identidades.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club de Ciencias Forenses.

Traducción y edición: Leticia Moreno

Botánica Forense e Investigación Criminal. Club Ciencias Forenses.
Botánica Forense e Investigación Criminal. Club Ciencias Forenses.

Estimados suscriptores y seguidores del Club de Ciencias Forenses, en esta ocasión les proponemos un resumen del artículo “El papel de la botánica forense en la investigación criminal”, de los autores Isabella Aquila, Francesco Ausania, Ciro Di Nunzio, Arianna Serra, Silvia Boca y Pietrantonio Ricci de la Universidad “Magna Graecia” (Italia), Arnaldo Capelli de la Universidad Católica (Italia) y Paola Magni, de la Universidad Western Australia (Australia), sobre las evidencias que puede aportar la botánica forense para la investigación criminal.

El análisis de las trazas botánicas es una disciplina forense en desarrollo. En este sentido, la botánica forense desempeña un papel excepcional en la investigación criminal para reconstrucción de hechos forenses relevantes. De hecho, la existencia de multitud de especies de plantas puede ser muy útil para la medicina forense y se define como el uso de la ciencia de las plantas como prueba ante un tribunal. La ciencia forense abarca muchas subdisciplinas. La identificación de las especies de plantas puede ayudar a determinar el origen geográfico de una muestra y puede llegar a relacionar la escena de un crimen con un sospechoso, comprobar coartadas y averiguaciones. Las evidencias vegetales pueden ser útiles para determinar si una muerte se debe a un accidente, un suicidio o un homicidio o cuando fue enterrado el cuerpo. Se puede utilizar además para determinar si una escena del crimen es primaria o secundaria y para localizar los cuerpos que faltan. El análisis molecular de las pruebas botánicas es una valiosa herramienta para identificar las especies de plantas que están relacionadas con un área geográfica particular. El caso que nos ocupa señala la importancia de la evidencia botánica recogida en la ropa de una víctima encontrada muerta tras su desaparición de una residencia de ancianos. Fue presentado ante un tribunal de justicia y en concreto, fue posible determinar la responsabilidad de los médicos de la residencia de ancianos.

El caso ocurrió en el invierno de 2010 en el sur Italia. Se trata del caso de una mujer de avanzada edad que padecía el síndrome confusional (demencia). Desapareció de la residencia de ancianos y fue encontrada muerta al día siguiente cerca de la orilla de un río bajo un puente ferroviario. Las vías del tren se encontraban a unos 5 metros de la escena del crimen. Teóricamente existían dos posibles vías para acceder a la escena del crimen: la primera (camino A) desde la estación de tren y la segunda (camino B) desde la vías del tren. Se analizaron el suelo y las plantas de ambos caminos. En camino A (precipicio), se identificaron algunas plantas muy extendidas en la costa jónica, mientras que el suelo estaba esencialmente constituido de arcilla y arena. Por otra parte, también se analizaron plantas y suelo del camino B (puente); este último se componía principalmente de grava y algunos tipos de plantas. El camino A presentaba una zona empinada a más de 6 metros de distancia de la escena del crimen. En este caso, la víctima se encontraba debajo del puente y la botánica forense fue esencial para determinar el camino tomado por la víctima a pie y conocer la causa de la muerte: ¿suicidio/homicidio o accidente? La inspección ocular y el examen externo de la víctima revelaron algunas lesiones traumáticas producidas a consecuencia de una caída. La muerte de la anciana podría haberse producido por una caída accidental desde el precipicio, a pocos metros del río, o desde el puente ferroviario. Esta cuestión se resolvió gracias al análisis de la especie vegetal llamada Xantium orientalis subsp. Italicum encontrada en la ropa de la víctima. Se identificaron y analizaron los componentes botánicos de cada camino. El cotejo de las plantas encontradas en la ropa y en el camino A, hizo posible averiguar la causa de la muerte.

El examen de la escena permitió señalar dos posibles caminos emprendidos por la víctima antes de la muerte. El camino A, cerca la estación, con un suelo de arcilla arenosa y una sustancial presencia de diversas especies de plantas y un camino rural que llevaba a un precipicio. El precipicio acababa en el lecho del río; esta zona era escarpada e irregular. En concreto, en el camino A, se halló un arbusto de Xanthium orientalis subsp. Italicum a unos 8 metros de la víctima. Algunos ejemplares muy similares se encontraron encima de la anciana. El cotejo macroscópico de los dos especímenes permitió establecer que ambos pertenecían a la misma especie. El análisis del suelo y las plantas, del camino B (puente), excluyó que la víctima anduviera por ese camino. De hecho, en el suelo y la tierra del camino B no se encontraron especies de Xanthium orientalis subsp. Italicum. La única manera de determinar la causa de la muerte es a través la autopsia. Si bien en este caso, fue posible establecer la causa de la muerte (por caída accidental desde el camino A) solamente con el análisis botánico y el cotejo de las muestras que se encontraron en la víctima. Esta investigación ha permitido establecer que la víctima (en una huida nocturna) no fue consciente por su demencia y desorientación espacio-temporal de que el camino no continuaba. Probablemente, la víctima transitaba por el camino A, cuando se resbaló y calló por el precipicio. La caída produjo lesiones externas y fractura vertebral tal y como reveló la autopsia. La víctima trató de refugiarse a unos pocos metros de distancia del punto de caída (debajo del puente). El estudio mostró que la evidencia botánica es crucial en la resolución de un caso, sobre todo cuando la escena del crimen y los resultados de la autopsia no son suficientes para determinar la causa de la muerte. En el escena del crimen, el análisis del lugar es fundamental. La colaboración con el equipo de expertos botánicos es importante; de hecho, cooperan directamente con los investigadores y patólogos forenses. La investigación multidisciplinaria es el objetivo central de la ciencia forense. En este estudio, únicamente el cotejo de las especies encontradas por un experto en botánica ha permitido determinar con certeza el valor probatorio del Xanthium orientalis. Estos datos fueron capaces de demostrar que la evidencias vegetales recogidas de la ropa de la mujer se depositaron tras la caída y no antes. Es más, por deducción, la presencia de elementos botánicos en la ropa reveló que la muerte de la mujer se produjo tras un accidente debido a una caída por el precipicio. La investigación genética del Xanthium orientalis determinó la clasificación exacta del espécimen encontrado en la camisa de la anciana con el arbusto hallado a lo largo del camino A. Para concluir, en la investigación de la escena de un crimen es imperativo preservar y recoger las evidencias, más que demostrar la relación de esas evidencias con la escena global y otras pruebas.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club de Ciencias Forenses.

Traducción y edición: Leticia Moreno

Personajes Famosos y Suicidio. Club Ciencias Forenses.
Personajes Famosos y Suicidio. Club Ciencias Forenses.

Estimados suscriptores y seguidores del Club de Ciencias Forenses, esta semana les ofrecemos un resumen del artículo “Tensiones psicológicas encontradas en los suicidios de 72 celebridades”, de los autores Jie Zhang de la Universidad Shandong (China) y de la Universidad Estatal de Nueva-York (EE. UU.), Jiandan Tan de la Universidad Central de Finanzas y Económicas (China) y David Lester del Richard Stockton College de Nueva Jersey (EE. UU.), acerca del estudio de las tensiones psicológicas presentes en las notas de suicidio de celebridades.

La teoría de la tensión del suicidio postula que una tensión psicológica suele preceder un comportamiento suicida. La frustración resultante de las tensiones psicológicas pueden conducir a una violencia hacia la sociedad en forma de desviación y delincuencia o hacia uno mismo a través del suicidio. El presente estudio fue desarrollado para probar la teoría de la tensión del suicidio con los datos obtenidos de las biografías de 72 celebridades que se suicidaron, incluyendo personajes como Sigmund Freud (1856-1939) y Ernest Hemingway (1899-1961). A la hora de explicar el riesgo de suicidio, la teoría de la tensión psicológica del suicidio integra cuatro dimensiones. Cada uno de los cuatro tipos de tensiones se deriva de causas específicas. Una fuente de tensión debe constar de dos, y al menos dos, hechos sociales contradictorios. Si los dos hechos sociales no son contradictorios, no debería haber ninguna tensión. La primera causa de tensión son los Valores Opuestos, lo que sucede cuando dos valores sociales o creencias opuestos están compitiendo en la vida diaria del individuo, como la cultura dominante frente a las creencias religiosas de un miembro de una secta. Cuando los dos valores opuestos son igualmente importantes en la vida de la persona, esta experimenta una gran tensión. Cuando un valor es más importante que el otro, entonces no hay tensión. La segunda causa de tensión se encuentra en la Ambición vs Realidad, donde existe una discrepancia entre las aspiraciones de un individuo y la realidad que le toca vivir, como desear ser rico frente a una situación social desfavorecida que bloquea el camino hacia el éxito. Si la realidad está lejos de la ambición, la persona experimenta tensión. Cuanto mayor es la discrepancia entre la aspiración y la realidad, mayor será la tensión. La Privación Relativa, es la tercera causa de tensión, se centra en la privación comparada con una referencia, como la pobreza relativa en la que una persona pobre vive, sabiendo que otras personas con un origen similar llevan una vida mucho mejor. Una persona que vive en la pobreza absoluta, donde no hay comparación con los demás, no necesariamente se siente mal, triste o privada. Una mayor percepción de privación genera una mayor presión. Una Conducta Adaptativa Deficiente, la cuarta causa de tensión, es cuando un individuo carece de la capacidad de afrontar una crisis vital. Las crisis, como la pérdida de dinero, la pérdida de estatus, la pérdida de prestigio, un divorcio, la muerte de un ser querido, etc., pueden dar lugar a tensiones graves en la persona que no sabe cómo hacer frente a estos acontecimientos negativos de la vida. La falta de experiencia en el afrontamiento de las consecuencias genera tensión cuando aparece una crisis. Investigar la historia personal de un suicidio, el origen social, la posición económica, las situaciones vitales previas, la salud mental, las relaciones interpersonales y los hechos del día del suicidio puede ayudar a entender las causas del suicidio. Aún más, permite identificar las tensiones experimentadas en los suicidios. El presente estudio, mediante el análisis de biografías, analiza en qué medida se relacionan las tensiones identificadas en la teoría con los suicidios. Es difícil investigar la vida de aquellos que mueren por suicidio por la falta de información sobre ellos. La técnica más común es la autopsia psicológica, mediante una entrevista estandarizada o cuestionario a los que han sufrido la pérdida de un pariente cercano, amigo o compañero por suicidio. Existe una gran fuente de información sobre personajes famosos que han muerto por suicidio y acerca de los cuales se ha escrito una biografía detallada.

La teoría de la tensión del suicidio se ha visto respaldada por los casos de suicidio de 72 personajes famosos utilizando el análisis del contenido de las biografías de las celebridades seleccionadas. Todos salvo uno de los casos de suicidio sufría al menos una tensión psicológica antes del suicidio. Es más común que exista una tensión por ambición en las celebridades incluidas en la muestra. Las celebridades son por lo general más ambiciosas que la mayoría de las personas de la población general, a menudo aspiran a metas más altas en la vida y en su carrera, y por lo tanto, es más probable que puedan verse afectados por la discrepancia entre realidad y aspiración. Como se ha observado en estudios anteriores, una fuente de tensión de valores son las creencias sociales y religiosas. Aquellos individuos que han tenido un conflicto entre los valores de una religión minoritaria y los valores sociales dominantes tienden a experimentar frustración psicológica, y cuanto mayor es el nivel de internalización de los dos valores, más fuerte será la tensión de valores. Esa podría ser una razón por la cual las celebridades religiosas puntúan mucho más alto en la tensión de valores que las no religiosas entre los 72 casos de suicidios. Cuando sus carreras van cuesta abajo, por ejemplo, por la pérdida de un trabajo, la finalización de un contrato, la paralización de una producción, o la quiebra, muchos de ellos necesitan ayuda psicológica.

Sin embargo, este estudio cuenta con varias limitaciones. En primer lugar, la biografía original puede no haber descubierto toda la información necesaria para probar una hipótesis psicológica. Únicamente se seleccionó una cantidad limitada de información de las biografías. Por otro lado, los biógrafos originales no estaban probando ninguna hipótesis psicológica sobre el suicidio cuando escribieron las biografías. Por lo tanto, es muy probable que los datos, cuando se codificaron para el análisis, no estuvieran sesgados a favor o en contra de cualquier hipótesis. Otra limitación es que, para contar con una biografía escrita acerca de alguien (ya sea un suicidio o no), debe ser un personaje famoso. Así pues, la limitación en el estudio de suicidios de personajes famosos se compensa con la gran cantidad de información que se tiene de ellos.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club de Ciencias Forenses.

Traducción y edición: Leticia Moreno

Cine y Psicopatía: ¿realidad o ficción? (II). Club Ciencias Forenses.
Cine y Psicopatía: ¿realidad o ficción? (II). Club Ciencias Forenses.

Estimados suscriptores y seguidores del Club de las Ciencias Forenses, en esta ocasión les ofrecemos la segunda parte del resumen del artículo “La psicopatía y el cine: ¿realidad o ficción?”, de los autores Samuel J. Leistedt y Paul Linkowski de la Universidad Libre de Bruselas (Belgica), que analiza la caracterización de los personajes psicopáticos a lo largo de la historia del cine.

Los psicópatas en las películas poseen generalmente unas características que no son necesariamente tan comunes entre los psicópatas de la vida real. Así pues, el tradicional “Psicópata de Hollywood”, de antes del año 2000, suele manifestar algunas o todas las características siguientes, que los hacen “Villanos/sobrehumanos ideales”: (1) alta inteligencia y tendencia a la estimulación intelectual; (2) actitud un tanto vanidosa, elegante; (3) prestigio o carrera de éxito; (4) calmado, calculador y autocontrolado; y (5) ingeniosa y excepcional habilidad matando. Estos rasgos, especialmente en combinación, normalmente no están presentes en los psicópatas reales. Por otra parte, algunos de los “psicópatas” más famosos en las películas no son psicópatas, sino psicóticos (Norman Bates en Psicósis y Travis Bickel en Taxi Driver). Estos personajes están, en mayor o menor medida, desconectados de la realidad y padecen ideas delirantes. El psicópata criminal o antisocial es probablemente el tipo más común que aparece en las películas. A menudo, los personajes se basan en psicópatas reales, como el personaje de James Wood en The Onion Field o Gary Gilmore en The Executioner’s Song. Ejemplos destacados de psicópatas criminales de ficción son Michael Corleone en El Padrino o el personaje de Dennis Hopper en Blue Velvet. Al igual que en la realidad, no suelen verse mujeres psicópatas en el cine, (ni son conocidas ni estudiadas) y cuando aparecen, suelen actuar como maquinadoras manipuladoras cuya principal arma es su sexualidad. Por otra parte, algunas películas tienen personajes psicópatas muy interesantes, más realistas, “sociales” y exitosos, como George Harvey en The Lovely Bones. El cambio del “psicópata realista” y “no maníaco” desde un punto de vista clínico comenzó a surgir en el 2000. Las variantes del “psicópata de élite” se han vuelto menos educadas y más sumisas con el tiempo, dando lugar a caracterizaciones más psicopatológicas, clínicas, y centradas en este grave trastorno de la personalidad, como la falta de empatía, la crueldad y requisitos profesionales, en lugar de un gran número de conductas disfuncionales y horribles. Entre los recientes personajes psicópatas uno de los más interesantes y realistas es Anton Chigurh de la película No Es País Para Viejos. Anton Chigurh es un psicópata idiopático/primario prototípico bien concebido. George Harvey de la película The Lovely Bones es otro personaje diferente e interesante. Tiene una casa, es socialmente competente y parece un ciudadano normal y corriente. En cuanto a “psicópata de éxito”, Gordon Gekko de Wall Street es probablemente uno de los personajes de ficción más interesantes y manipuladores hasta la fecha. Los personajes psicópatas manipuladores aparecen cada vez más en las películas y series. En los últimos años, con la crisis económica mundial y algunos juicios mediáticos, la atención de los médicos está más centrada en los “psicópatas exitosos”, también llamados psicópatas ejecutivos. Están surgiendo películas y series con personajes corredores de bolsa, comerciantes deshonestos, abogados viciosos, que se dedican al espionaje empresarial (ej.: Mad Men, The Wire) y generalmente están relacionadas con la economía global y los negocios internacionales. En cuanto a los psiquiatras psicópatas, a pesar de que no son muy frecuentes en la ficción, existen. Quizás el más famoso y “caricaturizado” ejemplo de este tipo de psicópata es el psiquiatra caníbal Dr. Hannibal Lecter, interpretado por Anthony Hopkins en la película El silencio de los corderos. Como era de esperar, los “psiquiatras malvados” emergieron a lo largo de la década de los 90. Los psiquiatras corruptos e incompetentes abundan especialmente en las películas de la década de los 80.

A pesar de la capacidad de retratar al psicópata de una forma bastante adecuada, no se le comprende. Lo que se conoce no menoscaba la maravilla que es la hermosa complejidad del cerebro y el comportamiento sino que la engrandece. Uno de los atractivos de la literatura (de los cuales el cine forma parte) es la experiencia vicaria. Se pueden experimentar personas y situaciones que nunca se hubieran podido vivir de otra forma. En resumidas cuentas, la psiquiatría y el cine son capaces de ofrecer una convincente explicación de la compleja psique humana. No obstante, parece que la psicopatía en el cine, a pesar de la verdadera evolución clínica sigue siendo ficción. Existen personajes psicópatas de ficción realistas, pero son una minoría. Algunos de esos personajes de ficción pueden ser valiosos para la enseñanza y para ilustrar distintos aspectos de la psiquiatría forense, como los trastornos de personalidad, las parafilias, las particularidades de los peritos, la actuación del sistema legal, los comportamientos de los abogados y los procedimientos judiciales.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club de Ciencias Forenses

Traducción y edición: Leticia Moreno

La psicopatía y el cine: ¿realidad o ficción? (I). Club Ciencias Forenses.
Cine y Psicopatía: ¿realidad o ficción? (I). Club Ciencias Forenses.

Estimados suscriptores y seguidores del Club de las Ciencias Forenses, en esta ocasión les ofrecemos la primera parte del resumen del artículo “La psicopatía y el cine: ¿realidad o ficción?”, de los autores Samuel J. Leistedt y Paul Linkowski de la Universidad Libre de Bruselas (Belgica), que analiza la caracterización de los personajes psicopáticos a lo largo de la historia del cine.

Las películas son especialmente apropiadas para representar los estados psicológicos y la enfermedad mental. Su influencia en la percepción del público sobre las enfermedades mentales es especialmente notable ya que suele haber mucha desinformación acerca de los trastornos mentales. El principal interés aquí es la representación de los psicópatas de ficción en las películas. En lugar de evaluar su éxito comercial o “calidad estética” y reclamo, se analiza el grado de realismo de su caracterización desde el punto de vista clínico y psicopatológico de psiquiatras, psicólogos clínicos, y profesionales de la salud mental. Los autores obtuvieron la mayor cantidad de información posible sobre cada personaje de ficción, basándose principalmente en las películas, y utilizando asimismo cualquier otra fuente o documentación disponibles para hacer un diagnóstico psiquiátrico preciso, concretamente en términos de psicopatía. Actualmente, existe un creciente apoyo a la heterogeneidad de la psicopatía; sin embargo, hay poco acuerdo sobre cómo diferenciar e identificar subtipos. En base a una revisión bibliográfica exhaustiva, los autores optaron por dos clasificaciones. La primera clasificación es una expansión de la idea original de Karpman (1941) de psicopatía primaria y secundaria. La psicopatía primaria se caracteriza por un déficit afectivo hereditario. Por otro lado, la psicopatía secundaria está caracterizada por una perturbación afectiva ambientalmente adquirida. Según la teoría, ambas psicopatías primaria y secundaria son fenotípicamente similares, difiriendo sólo en el origen de los síntomas: un déficit afectivo de origen constitucional o una perturbación afectiva resultante del aprendizaje psicosocial temprano. La segunda clasificación está relacionada con el estudio sobre subtipos psicopáticos realizado por Hervé en 2003. Cuatro grupos principales surgieron de este: (1) clásico/idiopático/prototípico, (2) manipulador, (3) “macho” y (4) pseudopsicópata o sociopata.

Las primeras representaciones de psicópatas en el cine solían elaborarse en base a un conocimiento deficiente o incompleto de las personalidades psicopáticas. En general, eran caricaturizados como sádicos, impredecibles, sexualmente depravados, y emocionalmente inestables, con una compulsión a cometer actos de violencia indiscriminada, asesinatos y destrucción, presentando normalmente una serie de extrañas particularidades (risa nerviosa, carcajadas, o tics faciales), generando a menudo personajes famosos e irreales. El desconocimiento general del público acerca de la enfermedad mental o los trastornos psicológicos llevó a aceptar esta representación e incluso a considerarla como prácticamente “realista”. Generalmente, hasta finales de 1950, los convencionalismos cinematográficos estadounidenses relegaron al psicópata al género de villanos, tales como gángsters, científicos locos, súper villanos, asesinos en serie, etc. Incluso la homosexualidad fue retratada como conducta psicopática antes de la retirada de la homosexualidad del DSM en 1973. Un cambio muy interesante ocurrió en 1957 con la detención de Ed Gein en Plainfield, Wisconsin. Debido a la atención recibida, la representación de los psicópatas en el cine fue desviada hacia un género cinematográfico casi independiente y exclusivo: el terror. Tras lo cual, surgieron dos notables discrepancias en la representación típica del psicópata: (1) el inadaptado socialmente funcional con una compulsión sexualmente motivada para matar (Norman Bates de Psicosis) y (2) el extremadamente violento caótico asesino en masa, con conductas y apariencia idiosincrásicas (Leatherface de La matanza de Texas). Las hazañas de muchos psicópatas reales y asesinos en serie durante los años 60 y 70 generó una cantidad cada vez mayor de información relativa a las conductas, sobre todo acerca de la descripción clínica de los psicópatas con formas ritualistas de matar, haciéndose de conocimiento público. De este modo, empezaron a surgir las películas slasher. Estas películas se basan en un villano idiosincrásico recurrente con una firma, un modus, un arma, y, en particular, una apariencia estética (una “máscara distintiva”) en una historia que implica la masacre secuencial de adolescentes inocentes de varias formas espectaculares y grotescas. Las sagas de Halloween, Viernes 13 y Sé lo que hicisteis el último verano son algunos ejemplos de este género. En estas películas, los personajes psicópatas en general son poco realistas, acumulando muchos rasgos y características, como el sadismo, la inteligencia y la capacidad de predecir el plan que las futuras víctimas utilizarán para escapar. Hoy en día, estas son más bien representaciones populares icónicas del mal de asesinos de ficción que de psicópatas interesantes. A la larga, la detención y la popularidad de los famosos asesinos en serie John Wayne Gacy, Jeffrey Dahmer, y Ted Bundy y la creación del “Violent Criminal Apprehension Program” (ViCAP) en 1985 condujo a un incremento adicional en la descripción (y comprensión) de cómo la psicopatía y la investigación criminal (como el perfilado criminal) eran interpretados y retratados en el cine. Este cambio llevó a la popularidad de la “élite psicópata”, o del psicópata que muestra niveles exagerados de inteligencia, sofisticados modales, y astucia, a veces hasta niveles sobrehumanos y supermediatizados (Ej.: El doctor Hannibal Lecter). Desde principios de 2000, la representación y caracterización de los psicópatas de ficción ha cambiado. De hecho, se se han vuelto más humanos y vulnerables, con verdaderas debilidades.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club de Ciencias Forenses

Traducción y edición: Leticia Moreno

Prevenir futuros crímenes. Club Ciencias Forenses.
Prevenir futuros crímenes. Club Ciencias Forenses.

Estimados suscriptores y seguidores del Club de Ciencias Forenses, en esta ocasión les proponemos un resumen del artículo “La prevención de futuros crímenes: identificación de marcadores de tentativas reales y falsas”, de los autores Pär Anders Granhag de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y del Norwegian Police University College (Noruega) y Erik Mac Giolla de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), sobre la veracidad y falsedad de las tentativas criminales y su posible identificación.

El PreCrime en Washington DC, es una unidad policial especializada que detiene a los criminales antes de que ejecuten sus ataques. Esta unidad de gran éxito actúa en base a informes sobre el conocimiento psíquico previo de las intenciones criminales. En este artículo se lleva a cabo una revisión de la investigación empírica acerca del estudio psico-jurídico de las intenciones. La investigación en psicología social define la intención como el estado mental que precede a una determinada acción. Así pues, en un interrogatorio, se puede decir que una intención real es la declaración de un sospechoso sobre sus propios futuros actos que realmente tiene la intención de llevar a cabo. Una falsa intención, por el contrario, es una intención manifestada que no se va a llevar a cabo. Por lo tanto, la investigación debería centrarse en la identificación de marcadores de intenciones reales y falsas.

Numerosos estudios han analizado el uso de técnicas fisiológicas de medición para distinguir las intenciones. Entre las diferentes técnicas examinadas se encuentran la toma de imágenes térmicas, el seguimiento del movimiento ocular y la medición de la conductancia de la piel y los ERP (Potenciales Relacionados con Eventos). La toma de imágenes térmicas podría ser un método apropiado para una exploración rápida y fiable de las intenciones, ya que los mentirosos suelen evidenciar un calentamiento instantáneo alrededor de los ojos. Del mismo modo, la temperatura de la piel de los mentirosos aumenta significativamente durante el interrogatorio. No obstante, dadas las discretas tasas de precisión de esta técnica, no resulta muy adecuada. Por otro lado, se ha querido probar la creencia popular, derivada de “la programación neuro-lingüística”, de que cuando se miente los ojos se mueven hacia la derecha, ya que se crea la mentira en ese lado del cerebro. Sin embargo, los resultados no apoyan tal afirmación. En otro estudio realizado, se analizó el contacto visual establecido por individuos que mienten e individuos que dicen la verdad. Así pues, los mentirosos establecen más contacto visual que los que dicen la verdad. Sin embargo, no existen diferencias significativas respecto al acto de apartar la mirada. Respecto al CIT (Concealed Information Test), su propósito es distinguir entre la ausencia y la presencia de información en la memoria a largo plazo de un sospechoso. Al sospechoso se le presenta una lista de elementos (por ejemplo: un listado de las posibles armas homicidas), siendo sólo uno de ellos relevante al caso. Se prevé, por lo tanto, que el culpable reaccione de manera diferente en comparación con los elementos irrelevantes. Los CIT basados en ERP (CIT basado en la P300), se han extendido asimismo a las intenciones con resultados prometedores.

El aIAT (Autobiographical Implicit Association Test) se centra en recuerdos de acontecimientos autobiográficos en lugar de en las actitudes. La investigación muestra que el aIAT puede distinguir con éxito entre dos manifestaciones autobiográficas contrarias, una verdadera y otra falsa. El aIAT consiste en comparar esas declaraciones contrarias desconocidas con manifestaciones verdaderas o falsas conocidas. De este modo, deberían darse tiempos de respuesta más rápidos (RTs) en las comparaciones congruentes (declaración verdadera conocida/declaración verdadera desconocida), que en las comparaciones incongruentes (declaración verdadera conocida/declaración falsa desconocida). A pesar de que los estudios sobre el aIAT y las intenciones carecen del elemento forense, se podrían considerar las posibles aplicaciones de este enfoque. En cuanto a la posibilidad de falsear el IAT, las primeras investigaciones sugieren que es bastante resistente a la falsificación, al menos cuando no se tiene información acerca de los principios básicos de la prueba. Sin embargo, estudios más recientes, ponen en duda estos resultados iniciales, demostrando que son suficientes unas sencillas instrucciones para poder falsearlo. Por otra parte, los objetivos influyen en cómo nos involucramos e interaccionamos con nuestro entorno. Al relacionar intenciones y objetivos se ha desarrollado un nuevo enfoque para el estudio de las intenciones basado en el comportamiento dirigido a un objetivo. Dado que una verdadera intención implica el deseo y compromiso de llevar a cabo una futura acción, una intención real implica la activación de un objetivo de conducta. Las falsas intenciones, sin embargo, no van a ser realmente llevadas a cabo. No hay compromiso de realizar la futura acción. Por lo tanto, no se genera ningún objetivo de conducta. En cuanto al SLT (Sheffield Lie Test), conlleva la manipulación de la compatibilidad estímulo-respuesta, donde los ensayos compatibles producen tiempos de respuesta más rápidos y los ensayos incompatibles producen tiempos de respuesta más lentos.

La entrevista estratégica ofrece una alternativa viable a las medidas fisiológicas e implícitas vistas hasta ahora. En los últimos años, se han aplicado asimismo los métodos de entrevista estratégica a las intenciones reales y falsas con resultados prometedores. Hasta la fecha, se han evaluado dos técnicas: el Uso Estratégico de la Evidencia (SUE) y la estrategia de las preguntas inesperadas. La técnica SUE se basa en estrategias de contra-interrogatorio. Los que dicen la verdad se mostraran más comunicativos durante la entrevista, mientras que los mentirosos serán más cautelosos. En cuanto a la estrategia de las preguntas inesperadas, está diseñada para realizar preguntas que el entrevistado no tenía planeadas. Estas preguntas están diseñadas de manera que los que dicen la verdad pueden recurrir a su memoria para recordar una respuesta, mientras que los mentirosos tienen que fabricar las respuestas sobre la marcha. El objetivo es aumentar la carga cognitiva de los mentirosos, para diferenciar las declaraciones reales de las falsas. Por otra parte, uno de los objetivos principales de los estudios realizados es la planificación. La planificación es una parte inherente de muchas intenciones. Por lo tanto, se asume que las personas con verdaderas intenciones han planificado hasta cierto punto su declaración. Otro interesante complemento a los métodos estratégicos de entrevista consiste en el uso de indicaciones sutiles. Se trata de preguntas estratégicamente formuladas, pensadas para estimular las tendencias que son más propias de los que dicen la verdad. Según el concepto de “cerebro prospectivo”, la información almacenada en el cerebro se puede utilizar para imaginar, simular y predecir posibles acontecimientos futuros. El concepto de pensamientos episódicos futuros (EFT), se refiere a la capacidad para simular mentalmente hipotéticos escenarios futuros, centrándose en las imágenes mentales que los acompañan. Es importante destacar que los EFT están estrechamente vinculados a las intenciones. Son además concurrentes con la planificación y, como se ha señalado anteriormente, la planificación se considera una parte inherente de muchas intenciones (reales). La formación de verdaderas intenciones debería implicar más EFT en comparación con la formación de falsas intenciones.

La revisión de la investigación psico-legal existente sobre intenciones reales y falsas muestra una gran variedad de enfoques a nivel teórico. La investigación sobre las metas/objetivos ofrece al menos dos direcciones para el estudio de las intenciones. La primera se refiere a los distintos indicadores de comportamiento dirigido a un objetivo y cómo las intenciones activan esos objetivos conductuales. El segundo enfoque se refiere a la investigación acerca de la consecución de logros que se ha centrado en la denominada falta de conducta intencional. Una línea de investigación actual muestra un ejemplo apropiado de cómo el desarrollo de la teoría puede ayudar a la investigación sobre intenciones verdaderas y falsas. El punto de partida fue el hallazgo de que el cumplimiento de las intenciones es menos probable que se produzca cuando no existe un objetivo relacionado. Esto condujo a examinar si la existencia del cumplimiento de las intenciones podría ser utilizado como un indicador de veracidad: es decir, ya que únicamente los que dicen la verdad tienen un objetivo, deberían ser más propensos que los mentirosos a poner en práctica sus intenciones. Hasta la fecha, el foco principal de la investigación ha sido encontrar maneras de discriminar declaraciones veraces que relatan una actividad futura no criminal de declaraciones que relatan una actividad lícita que oculta un futuro acto criminal. Así pues, los resultados de la investigación pueden ser útiles tanto en la fase previa a la investigación como en la fase de investigación. Se podrían asimismo combinar algunos de los métodos revisados de forma secuencial. Es importante señalar que es poco probable que la investigación sobre intenciones reales y falsas proporcione herramientas de diagnóstico con perfectas capacidades de discriminación. Más bien, el objetivo es crear métodos basados en la evidencia que se puedan aplicar. Es complicado que este enfoque más modesto de aplicación de la investigación desarrolle técnicas para hacer juicios de veracidad inequívocos, pero puede aumentar la probabilidad de hacer evaluaciones correctas. Esto a su vez debería aumentar la calidad general de las operaciones de seguridad con importantes beneficios a largo plazo.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club Ciencias Forenses.

Traducción y edición: Leticia Moreno

El Lenguaje de los Psicópatas. Club Ciencias Forenses.
El Lenguaje de los Psicópatas. Club Ciencias Forenses.

Estimados suscriptores y seguidores del Club de las Ciencias Forenses, esta semana les ofrecemos un resumen del artículo “Hambre de lobo: Un análisis de los patrones lingüísticos del lenguaje de los psicópatas”, de los autores Jeffrey T. Hancock de la Universidad Cornell (EE.UU.) y, Michael T. Woodworth y Stephen Porter de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), sobre las características lingüísticas de un psicópata.

Las palabras pueden revelar importantes conocimientos sobre el funcionamiento psicológico incluidos la depresión, la personalidad, e incluso si una persona está mintiendo. Una creciente linea de investigación sugiere que los patrones sutiles en la selección de palabras pueden revelar los procesos cognitivos y emocionales subyacentes, en gran parte debido a la operación automática y no consciente de la producción del lenguaje que está estrechamente relacionada con los estados y las dinámicas psicológicas básicas. Se puede obtener una comprensión más depurada de las particulares características psicológicas a través de programas de análisis estadístico de textos que analizan de manera eficaz una diversidad de variables lingüísticas. Aunque este tipo de investigación plantea que la psicopatología puede reflejarse en los estilos lingüísticos idiosincrásicos, existen pocos análisis de relatos de psicópatas. Los psicópatas poseen combinaciones específicas de características cognitivas, sociales y emocionales que los diferencian de la población general. Demuestran una tendencia totalmente egoísta y un profundo déficit emocional, como se evidencia en estudios de psicofisiología, neurología y conducta. Los psicópatas suelen ser hábiles conversadores y emplean el lenguaje para mentir, atraer, y en última instancia “utilizan” a los demás para obtener un beneficio material, drogas, sexo o poder. A pesar de esta habilidad aparente, estudios previos han revelado que el lenguaje del psicópata parece ser, sorprendentemente, menos coherente que el de los no psicópatas. Se ha podido observar, que el discurso de los psicópatas suele ser más accesorio e incoherente. El presente estudio es el primero en analizar únicamente las cualidades específicas del lenguaje psicopático utilizando unas sofisticadas herramientas de análisis estadístico de textos.

Usando estas herramientas, se han examinado las características lingüísticas de los psicópatas (al relatar sus crímenes violentos) en tres características principales: su naturaleza instrumental, material único y necesidades socioemocionales y déficit emocional. En primer lugar, parece que los psicópatas ven el mundo y a los demás de una manera instrumental. Sería interesante comprobar si su orientación instrumental se refleja en su discurso con un lenguaje más obvio y enfocado a sus actos criminales, con un uso relativamente elevado de conjunciones subordinadas (“porque”, “puesto”, “como”, “por lo que”). En segundo lugar, se supone que los psicópatas tienen impulsos y necesidades socioemocionales especiales que podrían dar lugar a patrones lingüísticos particulares. En tercer lugar, los psicópatas evidencian un déficit generalizado en su capacidad para interpretar y experimentar la emoción. Se ha investigado por tanto, si este déficit emocional se refleja en varias dimensiones de su lenguaje. El distanciamiento psicológico se relaciona con un mayor uso de formas verbales en pasado y menos formas verbales del presente, y un mayor empleo de artículos o nombres concretos. Se espera que los psicópatas utilicen un lenguaje consistente con el distanciamiento psicológico y que hablen de sus asesinatos como si hubiesen ocurrido hace mucho tiempo y empleando más artículos que los no psicópatas. La muestra se compone de 52 asesinos de género masculino, psicópatas (n=14) y no psicópatas (n=38), encarcelados en centro penitenciarios canadienses, que admitieron sus crímenes y se ofrecieron voluntarios para este estudio. La psicopatía se midió utilizando el Psychopathy Checklist-Revised (PCL-R), el método más ampliamente utilizado para la evaluación de la psicopatía en los últimos 20 años. Mientras estaban siendo grabado tanto en vídeo como en audio, se pedía a los participantes que describieran el acto homicida con el mayor detalle posible. Se han utilizado dos herramientas de análisis de texto para analizar las transcripciones. La primera es el programa de análisis de corpus Wmatrix, empleado para comparar las partes del discurso y analizar los conceptos semánticos en los corpus de los psicópatas y del grupo control. La segunda herramienta de análisis de texto es el Dictionary of Affect in Language (DAL), un programa que se usa para examinar el estilo afectivo de las palabras.

Se espera que los psicópatas muestren patrones lingüísticos únicos relacionados con su visión del mundo instrumental, sus necesidades fisiológicas primitivas, y su profundo déficit emocional, al describir un suceso autobiográfico importante (un homicidio). Generalmente, los resultados han sido consistentes con las predicciones; las narraciones de los psicópatas contienen una mayor instrumentalidad y más aclaraciones, enfocadas en la auto-preservación y la necesidades corporales, y con más interrupciones del habla, orientadas hacia el pasado, y con menos intensidad emocional en comparación con los delincuentes no psicópatas. Es importante destacar que estas diferencias en el estilo están probablemente fuera del control consciente y son difíciles de alterar intencionalmente en un discurso. El primer hallazgo, es que los psicópatas son más propensos a utilizar un lenguaje aclaratorio y enfocado a sus actos criminales, con un nivel relativamente alto de conjunciones subordinadas, lo que indica más afirmaciones de causa-efecto. Este patrón sugiere que los psicópatas probablemente consideran el crimen como un resultado lógico de un plan, consistente con que su violencia es más instrumental y está más motivada por los objetivos que la de otros delincuentes. En segundo lugar, se ha descubierto que los psicópatas usan aproximadamente dos veces más palabras relacionadas con las necesidades fisiológicas y de autoconservación básicas al describir su violencia que sus homólogos. Por otra parte, los delincuentes no psicópatas utilizan un lenguaje más relacionado con las necesidades sociales. Este patrón es consistente con el hecho de que la conceptualización de los psicópatas está centrada en las necesidades más básicas o en una etapa más temprana del desarrollo del yo. Los resultados, sin embargo, también pueden simplemente reflejar que son más propensos a recordar detalles accesorios del asesinato (como lo que comieron ese día) que los no psicópatas que suelen recordar los detalles más centrales del homicidio. Otro hallazgo importante se refiere al contenido emocional de los relatos. Era de suponer que los psicópatas describieran el horrible acto de manera fría, sin emociones, consistente con el conocimiento teórico y empírico existente. Así pues, los individuos con altas puntuaciones en el Factor 1 del PCL-R (rasgos afectivos/interpersonales) describen el crimen con menor intensidad emocional y utilizan asimismo un lenguaje menos emocionalmente agradable, lo que demuestra efectivamente la naturaleza más oscura de su personalidad. El hecho de que los psicópatas sitúen el asesinato lejos en el pasado puede ser consistente con la idea del distanciamiento emocional, tal y como se observa por el incremento en el uso de formas verbales del pasado pero no de formas verbales del presente. Por otra parte, los no psicópatas pueden visualizar y describir el suceso en el presente. No obstante, el principal hallazgo es que el lenguaje del psicópata contiene considerablemente más interrupciones del habla. La específica tarea de describir un intenso suceso “emocional” a otra persona de manera que parezca apropiado (gestión de la impresión) puede producir una mayor carga cognitiva en el psicópata, lo que da lugar a un habla menos fluida y coherente. Sin embargo, existen algunas limitaciones que deben tenerse en cuenta en la interpretación de los resultados. En primer lugar, el análisis estadístico de textos se ha llevado a cabo con narraciones relativas a un tipo de suceso (un homicidio), evidentemente, un tipo inusual de suceso en términos de tasas de referencia y contenido emocional. En segundo lugar, se pidió a los delincuentes que describieran un suceso que no fue grabado. Por lo que es probable que algunos de los sujetos no fueran del todo sinceros acerca de los detalles del suceso. En resumidas cuentas, el análisis del lenguaje de los psicópatas revela que describen sucesos emocionales intensos (sus crímenes) de una forma peculiar. En relación con otros individuos, sus relatos contienen más afirmaciones de causa-efecto, más referencias a necesidades fisiológicas básicas, son menos emocionales y menos positivos, muestran un desapego emocional al usar más tiempos en pasado, y revelan una gran falta de fluidez que sugiere que la tarea es cognitivamente exigente. En general, estos resultados abren una nueva ventana a la mente del psicópata, permitiendo deducir que la visión del mundo de un psicópata es fundamentalmente diferente del resto de la especie humana.

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Traducción y edición: Leticia Moreno

Modelo de diátesis-estrés aplicado al fenómeno del bullying.
Bullying. Club Ciencias Forenses.

Estimados suscriptores y seguidores del Club de las Ciencias Forenses, esta vez les presentamos un resumen del artículo “Entendiendo la Psicología del Bullying: hacia un modelo de diátesis-estrés socio-ecológico”, de las autoras Susan M. Swearer de la Universidad de Nebraska-Lincoln (EE.UU.) y Shelley Hymel de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), que trata sobre el fenómeno del Bullying.

El bullying es una forma única pero compleja de agresividad interpersonal, que toma muchas formas, tiene distintas funciones y se manifiesta en diferentes tipos de relaciones. La Teoría Ecológica Social define el desarrollo humano como una interacción bidireccional entre los individuos y los múltiples ámbitos en los que operan: en el hogar, el barrio, la escuela, la comunidad y la sociedad. Por lo tanto, la conducta de bullying no es sólo el resultado de características individuales, sino que está influida por las relaciones con compañeros, familia, maestros, vecinos, y por las influencias sociales (medios de comunicación, tecnología). Los jóvenes pueden ser testigos de bullying (espectadores), sufrirlo (víctimas), y cometerlo (acosadores) dependiendo de la situación y/o el momento. Se ha podido demostrar que las víctimas habituales muestran niveles elevados de depresión, trastorno de hiperactividad con déficit de atención, y ansiedad, mientras que los acosadores habituales poseen mayores niveles de ansiedad, y los que pasan de victimas a acosadores manifiestan más ansiedad, depresión y somatización. En este artículo, se defiende una perspectiva socio-ecológica del bullying y se propone la aplicación de un modelo de diátesis-estrés que puede mejorar la comprensión de la dinámica del bullying entre niños y jóvenes.

En cuanto a los factores individuales, el bullying se ha asociado con rasgos de crueldad-insensibilidad, tendencias psicopáticas, fomento de rasgos masculinos, problemas de conducta, rasgos de personalidad antisocial, susceptibilidad a la presión de grupo, ansiedad y depresión. Ser victima de bullying se relaciona con una mala salud física y mala adaptación escolar, infelicidad, inseguridad, absentismo escolar, pobre desempeño y, en algunos casos, abandono escolar. La victimización también se relaciona con una serie de dificultades de internalización y externalización, entre ellas la soledad y el abandono, la ansiedad y la evitación social, la depresión y la ideación suicida, así como la hiperactividad, la delincuencia y la agresividad. Las víctimas suelen ser asimismo menos populares, menos aceptadas, y más rechazadas por sus compañeros. Lamentablemente, la naturaleza causal de estas relaciones no está clara. Una serie de características familiares se relacionan con la comisión del bullying, incluyendo la implicación de familiares en pandillas, pobre supervisión de los padres, entorno familiar desfavorable, conflicto entre los padres, violencia doméstica, pobre comunicación con los padres, falta de apoyo emocional de los padres, padres autoritarios, disciplina inapropiada, y abuso de los padres. Aunque estos resultados son consistentes con la idea de que un modelo agresivo y una pobre supervisión de los padres contribuyen al bullying, la causalidad no ha sido establecida y el impacto de la familia tras controlar las influencias hereditarias aún no está claro. Los jóvenes pasan gran parte del día interaccionando con sus compañeros en las escuelas, barrios, comunidades, y a través de los medios sociales, y las conductas de bullying casi siempre ocurren entre compañeros. El bullying y la victimización suelen surgir en aulas caracterizadas por normas entre compañeros que apoyan el bullying, y por el gran conflicto entre compañeros. La relación con compañeros agresivos también se asocia con una mayor comisión de bullying, como la victimización de compañeros, y las relaciones negativas. Una vez más, sin embargo, la relación causal sigue siendo difícil de determinar. Una de las influencias de pares más ampliamente investigada acerca del acoso escolar es la de los testigos. Sin embargo, a menudo estos responden de una forma que incita el acoso más que lo desalienta. Por tanto, muchos se centran en los testigos como recurso fundamental para las acciones anti-bullying, destacando el apoyo de los compañeros como elemento clave. Por desgracia, con la edad, los testigos se vuelven cada vez más pasivos en sus respuestas y menos propensos a defender a las víctimas. Se ha estudiado más el bullying en el contexto escolar, y el impacto del ambiente positivo o negativo de la escuela en la frecuencia del acoso y la victimización. La relación entre el ambiente escolar y el bullying/victimización puede ser bidireccional, sin embargo, un ambiente escolar negativo contribuye al acoso y viceversa. Más allá de la familia, los compañeros y las escuelas, está la influencia de la comunidad y la sociedad en general, con mayores indices de bullying asociados a barrios desfavorecidos o peligrosos, pertenencia a una pandilla y pobreza. Las investigaciones han vinculado igualmente la comisión del bullying con la exposición a la televisión y a los videojuegos violentos. Tal y como plantean estos hallazgos, el acoso y la victimización no ocurren por separado. Sino que, el bullying se produce por complejas interacciones entre individuos y contextos, tanto de manera próxima (familia, compañeros, ambiente escolar) como distante (influencias sociales, culturales). En consecuencia, es necesario enfocar varios sistemas con el fin de que los programas de prevención e intervención del bullying sean eficaces.

Para entender cómo el acoso/victimización producen resultados tan diversos, se ha considerado un modelo de diátesis-estrés, destacando el enfoque socio-ecológico. Este modelo propone que la psicopatología se produce como resultado de la combinación de vulnerabilidades (diatésis) cognitivas personales o biológicas y ciertos estresores ambientales. Un ejemplo bastante claro de la posible aplicabilidad del modelo de diátesis-estrés a los resultados asociados con el estrés de la victimización entre compañeros considera el impacto de la vulnerabilidad biológica. De acuerdo con el modelo, recientes investigaciones sobre los factores biológicos que subyacen a la depresión han documentado el papel moderador que desempeña el gen transportador de la serotonina, 5-HTTLPR, en la relación estrés-depresión. Ampliando el modelo de diatésis-estrés de depresión hacia la comprensión de la victimización entre compañeros en la infancia, los investigadores han demostrado que los niños víctimizados con el alelo muy corto son más propensos a la depresión que los que tienen el alelo muy largo. Concretamente, se ha descubierto que una disposición genética hacia la agresividad pone a los estudiantes en mayor riesgo de maltrato en las aulas donde las normas rechazan las conductas agresivas, pero parecen funcionar como factor de protección, reduciendo la probabilidad de victimización, cuando se trata de aulas con normas que favorecen la agresividad. Por lo tanto, el modelo de diátesis-estrés, en combinación con un marco socio-ecológico, facilita la comprensión de la victimización entre iguales, pero ¿Qué pasa con la perpetración del bullying? El modelo de diátesis-estrés tiene en cuenta la interacción de las vulnerabilidades individuales, los estresores vitales y la agresividad. Existen al menos dos líneas de investigación que demuestran la utilidad de la aplicación de los modelos de diátesis-estrés para la comprensión del bullying: una tiene en cuenta la posible vulnerabilidad biológica (tendencia hereditaria a la psicopatía) y la otra la vulnerabilidad cognitiva (capacidad de desconexión moral). Con respecto a la primera, se ha demostrado que la perpetración del bullying esta relacionada con rasgos de crueldad-insensibilidad y la voluntad de manipular a los demás para el beneficio propio. Así pues, un modelo de diátesis-estrés, considerado dentro de un marco socio-ecológico, puede servir como una heurística útil para la comprensión de la implicación en el acoso escolar y puede proporcionar un mayor entendimiento de los resultados de las investigaciones sobre el fenómeno del bullying.

De acuerdo con los modelos de diátesis-estrés, el desarrollo de problemas psicológicos se produce por la interacción de las vulnerabilidades biológicas y cognitivas y las experiencias vitales estresantes. La implicación en el bullying es un acontecimiento vital estresante, influenciado por múltiples factores sociales estresantes. Sin embargo, la presencia de factores sociales estresantes no explica completamente la manifestación de problemas psicológicos como la depresión, la ansiedad y la agresividad. La diátesis cognitiva es una lente distorsionada a través de la cual los individuos interpretan los sucesos vitales. Las creencias sobre el yo, el mundo y el futuro se fijan con las experiencias tempranas, a pesar de que las estructuras cognitivas estables empiezan a consolidarse alrededor de los 9 años de edad. Un autoconcepto negativo resulta ser un elemento crucial en la predicción del bullying, como acosador y como víctima. El modelo socio-ecológico tiene en cuenta las interconexiones en el mundo del niño, y el modelo de diátesis-estrés permite una comprensión de la complejidad de los factores de estrés y de riesgo/protección que influyen en el acoso. Sin embargo, el modelo integrado propuesto es principalmente aplicable en los casos en los que el bullying acarrea importantes problemas psicológicos y de salud mental. En futuras investigaciones sería necesario probar la aplicabilidad de este modelo integrado, y que esto ayude a estimular este tipo de investigación y mejorar los esfuerzos para comprender y abordar la complejidad del fenómeno del bullying entre los jóvenes.

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