Tag

policía

Browsing

Amigos del Club de Ciencias Forenses, esta semana presentamos el artículo “Psychological Profile, Emotion Regulation, and Aggression in Police Applicants: a Swiss Cross-Sectional Study”, de Ceschi, G.; Meylan, S.; Rowe, C. y Boudoukha, A. H. (2022), en el que los autores realizan un estudio para conocer las características psicológicas generales que suelen compartir los agentes de policía y cómo éstas interactúan con las situaciones límite a las que se ven expuestos. 

Al mismo tiempo que garantizan la seguridad pública, los agentes de policía se enfrentan, repetidamente, a situaciones estresantes, violentas y traumáticas, lo que se traduce en una tremenda presión psicológica. 

Por ejemplo, no es raro que se requiera a un oficial de policía para que brinde protección a la víctima de un delito mientras, al mismo tiempo, se encuentra con un delincuente peligroso. 

Estas situaciones requieren de estrategias sofisticadas de control y afrontamiento de emociones, una sólida predisposición personal para lidiar con el estrés y suficientes recursos cognitivos para llevar a cabo todo lo anterior. 

No sorprende a nadie que, según investigaciones anteriores, la exposición a eventos traumáticos contribuya al desarrollo de problemas de salud mental. Por ejemplo, éstos se asocian con el trastorno de estrés postraumático, la depresión, síntomas obsesivo-compulsivos, ira y actitudes agresivas.

Las investigaciones sugieren que los agentes de policía pueden “dar pistas” sobre posibles problemas de salud mental de forma indirecta. Por ejemplo, pueden presentar fatiga crónica, preocupaciones sobre diversos aspectos de su trabajo y su vida personal, sentimientos de falta de apoyo por parte de sus superiores, sensación de sobrecarga de trabajo… 

Sin embargo, es interesante mencionar que, a pesar de que los agentes de policía están continuamente expuestos a eventos estresantes, sólo una minoría de ellos informa de trastornos de estrés postraumático crónico o desequilibrios emocionales importantes. Por ejemplo, en un estudio sueco de 2010 se descubrió que los oficiales de policía tenían una mejor salud mental que la población civil.

En resumen, los policías muestran buenas competencias emocionales ante eventos adversos. Sin embargo, el hecho de que estén expuestos de manera significativa y recurrente a situaciones traumáticas a lo largo de toda su carrera profesional, los pone en riesgo de sufrir eventualmente un desequilibrio emocional y una erosión progresiva de su temperamento original. 

Por lo tanto, es necesario anticiparse a esto para poder apoyar a los policías en riesgo desde el inicio de su carrera, y ayudar a preservar su salud mental y su potencial profesional de la mejor manera. 

El objetivo del presente estudio fue describir el perfil psicológico de los aspirantes a policía en el contexto suizo, valorando sus niveles de estrés, ansiedad, depresión, felicidad, agresividad, impulsividad… entre otros. 

Para ello, se utilizó una muestra de 149 aspirantes a policía de entre 20 y 36 años, y un grupo de control de 110 personas de entre 18 y 33 años. A ambos grupos se les pidió que cumplimentaran una serie de tests y escalas con validez científica para valorar los rasgos de su personalidad. 

De acuerdo con hallazgos previos, la investigación de los autores confirma que los aspirantes a policía en el contexto suizo tienen un perfil psicológico similar que se caracteriza principalmente por sentimientos afectivos equilibrados; es decir, tienen bajos niveles de ansiedad, depresión e ira. 

Además, autoinforman de pocas disposiciones impulsivas y parece que son más propensos a pensar en las consecuencias antes de actuar y a mantener la concentración incluso cuando realizan tareas complejas o aburridas (es decir, son más persistentes).

Sin embargo, este perfil psicológico notablemente equilibrado debe matizarse por un marcado estilo socialmente deseable que conduce a los candidatos a presentarse de forma excesivamente positiva

Se ha descubierto que los aspirantes a policía se suelen engañar más a sí mismos que el resto de la población, según estudios de 1997 y 1999. 

La represión sería un factor que influiría en esto último, y además, también afectaría a la evaluación de situaciones estresantes. Es decir, la represión puede hacer que estas personas eviten, de forma selectiva, prestar atención a información o estímulos negativos y, cuando se enfrentan a ellos, pueden tender a interpretar estas situaciones como no amenazantes, no peligrosas, y sobreestimar su propio potencial de afrontamiento y su capacidad de control. 

Por otro lado, el estudio actual indica que las tendencias de acción agresiva de los aspirantes a policía están influenciadas por altos niveles de ansiedad en determinado momento, el grado de urgencia cuando se enfrentan a sentimientos negativos y una marcada sensibilidad a la recompensa.

Es decir, los aspirantes a policía más sensibles a la recompensa, motivados por incentivos positivos y gratitud, podrían usar más fácilmente actitudes agresivas al encontrarse con obstáculos. Así, los autores consideran que el deseo de obtener recompensas puede considerarse un factor de riesgo para las actitudes agresivas. 

Los autores entienden, por tanto, que hay un perfil psicológico que se selecciona de forma intuitiva, que es específico y consistente con el estilo de afrontamiento represivo. De hecho, este perfil es muy favorable para proporcionar, al menos al principio, una imagen positiva del candidato que incluye buenas estrategias adaptativas cuando se trata de adversidades. Lo que no se debe olvidar es que la exposición crónica a eventos estresantes erosiona el potencial de afrontamiento del individuo. 

Los autores señalan que, si bien este estudio es revelador, se necesitan más trabajos empíricos para sacar conclusiones. Lo que se puede confirmar es que los hallazgos revelan la importancia de seguir esforzándose por comprender los métodos de afrontamiento de situaciones estresantes de los miembros de los cuerpos de seguridad. 

Si quieres saber más sobre Criminología, Perfilación Criminal y el ámbito de las Ciencias Forenses no te pierdas nuestro Master of Science in Criminal Profiling o el Master of Science in Anti-Fraud Behavioral Analysis, programas 100% online, que puedes cursar en inglés o español. ¡Pregunta por nuestras becas!

Amigos del Club de Ciencias Forenses, esta semana presentamos el artículo “A Systematic Review of Risk Factors Implicated in the Suicide of Police Officers”, de Krishnan, N.; Steene, L. M. B.; Lewis, M.; Marshall, D. e Ireland, J. L. (2022), en el que los autores realizan una investigación teniendo en cuenta la literatura previa sobre el suicidio en agentes de policía, para intentar identificar cuáles son los factores de riesgo más importantes.

Los problemas de salud mental suponen una complicación importante para aproximadamente 300 millones de personas en todo el mundo. Dentro de ellos, existen las conductas y/o ideas suicidas, que son una preocupación considerable para la población en general, con más de 700.000 muertes por suicidio al año en todo el mundo. 

En comunidades pequeñas y grupos cerrados, como las fuerzas del orden, los médicos, o trabajadores de servicios de emergencia, los impactos inmediatos y a largo plazo del suicidio pueden exacerbarse dado el efecto “onda” que puede ocurrir, producto de presenciar un trauma en primera persona. 

Datos de la Oficina de Estadística Nacional de Reino Unido, muestran que ha habido un total de 169 suicidios por parte de agentes de policía entre 2011 y 2019, con un promedio de aproximadamente 21 muertes al año. 

Teniendo en cuenta las estadísticas mundiales y comparándolas con las estadísticas de los cuerpos de seguridad de Reino Unido, algunos investigadores han descrito el fenómeno en este último contexto como una “epidemia” de gran gravedad.

A pesar de estas fuertes afirmaciones, otros autores han puesto en duda la clasificación del suicidio como la principal causa de muerte entre los agentes del orden. Los problemas en la evaluación y recopilación de estadísticas del suicidio, hacen que la estimación precisa del problema sea cada vez más difícil. 

Independientemente de si los agentes de policía experimentan tasas más altas de suicidio en comparación con la población general, también es algo que preocupa porque se supone que los oficiales reciben, al menos en Reino Unido (contexto de este estudio), el apoyo adecuado a través de capacitación, beneficios relacionados con servicios sanitarios y asesoramiento. 

Los autores decidieron, por tanto, en este estudio, investigar los factores de riesgo y predictores que sustentan el suicidio en este grupo de la población. 

Si bien el consenso general de expertos sostiene que la causalidad del suicidio es multidimensional, la literatura reporta tres claves, o tres niveles particulares de factores estresantes que se cree que están implicados en el suicidio consumado del personal encargado de hacer cumplir la ley: primero, aparecen factores estresantes personales o individuales; después, los factores ocupacionales; por último, los problemas organizacionales

Los estresores personales se refieren a factores internos del oficial, como trastornos mentales o consumo de sustancias. Los factores ocupacionales abarcan las demandas que se consideran parte del trabajo, como relacionarse con las víctimas y victimarios de los delitos e interactuar con el sistema de justicia. Y los problemas organizacionales comprenden preocupaciones sobre el poco apoyo que pueden recibir en algunos momentos, los deberes burocráticos y la falta de oportunidades de avance profesional en determinados contextos. Todo ello puede aumentar la probabilidad del comportamiento suicida. 

Para ahondar más sobre el tema, los autores deciden investigar sobre literatura previa relacionada con los suicidios y los agentes de policía, para poder ampliar más la información sobre los factores de riesgo. 

Se revelaron cinco factores aparentemente determinantes: el uso problemático de sustancias en un momento cercano a la muerte, la presencia de depresión e intentos de suicidio previos, diferencias en la respuesta a los traumas que pueden experimentar, exposición excesiva y prolongada al estrés relacionado con el trabajo, y la ausencia de una relación íntima estable. Cuando estos factores coexisten, parecen relacionarse con una mayor probabilidad de conductas suicidas. 

El 40% de los estudios incluidos identificaron el uso problemático de sustancias como omnipresente, y directamente relacionado. Más específicamente, los hallazgos indicaron una trayectoria creciente de consumo de sustancias en los días y horas anteriores al evento suicida. 

Los problemas de salud mental, más particularmente los trastornos depresivos y los intentos previos de suicidio, fueron identificados por la mayoría de los estudios policiales (50%). Es interesante mencionar que las mujeres oficiales reportaron puntuaciones más altas de depresión en comparación con los hombres.

También se encontraron hallazgos contradictorios que sugieren la necesidad de seguir investigando sobre el tema, ya que, en un estudio de 2004 se propuso la idea de que los oficiales con más años en el servicio policial eran menos susceptibles al estrés relacionado con el trauma y, por tanto, a las tendencias suicidas, pero existe otra opinión, que es la más predominante, y sostiene que las personas expuestas a múltiples episodios traumáticos tienen más probabilidades de presentar síntomas de trastorno de estrés postraumático. 

Por otro lado, parece ser que tener una pareja no es suficiente para considerarlo un factor de protección, sino que la calidad de la relación es lo determinante y lo que brinda en realidad la función protectora

Como vemos, hay algunos hallazgos que coinciden, pero otros que pueden generar gran debate, por lo que los autores sugieren continuar investigando y estudiando este tema, de forma que se pueda seguir arrojando luz sobre él y, consecuentemente, previniéndolo.

Si quieres saber más sobre Criminología, Perfilación Criminal y el ámbito de las Ciencias Forenses no te pierdas nuestro Master of Science in Criminal Profiling o el Master of Science in Anti-Fraud Behavioral Analysis, programas 100% online, que puedes cursar en inglés o español, con becas especiales para lectores del Club de Ciencias Forense.

Amigos del Club de Ciencias Forenses, esta semana presentamos el artículo “Racial Essentialism and Stress: a Deadly Combination for Prospective Police Officers’ Encounters with Black Suspects” de Tawa, J. (2022), en el que el autor realiza un experimento para saber cómo el estrés y los estereotipos raciales afectan a la actuación policial cuando los sospechosos no son personas caucásicas. 

En muchas ocasiones hemos visto cómo en redes sociales o en medios de comunicación se expone la violencia policial hacia personas negras, un fenómeno que no tiene precedentes en la sociedad contemporánea actual. 

Los análisis documentados de tiroteos policiales encuentran, generalmente, que los sospechosos negros son asesinados de manera desproporcionada en relación con los sospechosos blancos. Sin embargo, estos análisis no pueden estudiar todas las variables.

Se han realizado estudios previos que han conseguido llevar a cabo con éxito experimentos donde los participantes debían tomar decisiones en tiempo real que se verían afectadas por sus prejuicios raciales y les harían elegir entre usar la fuerza letal o no. 

Generalmente, en estos estudios, los participantes se sentaban frente a un ordenador y veían imágenes de sospechosos blancos y negros, armados y desarmados, y debían responder a cuestiones sobre la imagen, tales como si dispararían o no. 

Lo que hay que cuestionar de estos estudios, entre otras cosas, es que los programas que analizan los resultados no infieren tipos de estados afectivos, como el estrés psicológico, o los procesos cognitivos experimentados por los agentes de policía que toman decisiones de uso de fuerza letal dentro de situaciones impredecibles y de alta presión. 

El autor señala, en un intento por buscar explicación a estos sucesos, la idea del estrés y la del sesgo racial. Es posible que uno afecte al otro, depende de la medida en que los participantes crean en prejuicios raciales, por ejemplo, creyendo que las personas negras son naturalmente agresivas e impredecibles. 

La investigación sobre la “teoría del control atencional” sugiere que, cuando las personas están en situación de estrés, tienden a asignar, de manera desproporcionada, la atención visual a los estímulos que consideran amenazantes. Por tanto, es lógico que aquellas personas que esencializan la raza y creen en los estereotipos asociados a ésta, presten atención excesiva a los sospechosos negros. 

Es por este motivo por lo que identificar la forma en que estos estereotipos, el estrés y la atención visual interaccionan entre sí, podría ser de gran ayuda en el desarrollo de programas de capacitación policial. 

Pero ¿cuáles son los datos reales hasta el momento? En un estudio en el que se analizaron tiroteos en St. Louis que tuvieron lugar entre 2003 y 2012, se descubrió que los sucesos de violencia comunitaria dentro de las comunidades negras representaron el porcentaje más alto del uso de fuerza letal por parte de la policía. 

Hay expertos en la comunidad científica que apoyan la idea de que esto sucede simplemente porque hay objetivamente niveles más altos de amenaza de violencia hacia los policías. Sin embargo, otros estudios han encontrado evidencias de que las comunidades con un mayor número de personas negras experimentan niveles más altos de uso policial de fuerza letal, incluso cuando no hay una amenaza objetiva. 

Todo esto nos sugiere que el nivel de fuerza letal utilizada por los policías puede ser el resultado de las percepciones subjetivas de amenaza violenta de los agentes de policía, y estas percepciones pueden estar influenciadas por los estereotipos racistas, como la idea, por ejemplo, de que las personas negras son más peligrosas. 

Otro dato importante es que, al momento de escribir el artículo, un análisis publicó que los hombres y mujeres afroamericanos representaban el 22,9% de las muertes a manos de policías, a pesar de ser sólo aproximadamente el 13% de la población de los EEUU. 

A pesar de las valiosas contribuciones que se han hecho para intentar arrojar luz al tema, los experimentos de laboratorio cuentan con varias limitaciones, entre ellas, que no inducen estados afectivos (como el estrés al vivir una situación real) o procesos cognitivos. 

Por ello, el autor lleva a cabo su propio experimento donde intenta corregir esta limitación. Para ello, filmó una serie de escenarios con interacciones entre un sospechoso, a veces blanco y a veces negro, y un policía, con una cámara de vídeo 360º, que pueden verse con gafas de realidad virtual de forma muy inmersiva. El estrés se midió con la dilatación de la pupila, que ya se ha demostrado que puede ser un indicador fiable de éste. 

Participaron 49 personas, el 98% de ellas había nacido en los EEUU y todos eran blancos. Se les dijo que deberían disparar al sospechoso si sentían que su vida o la de otra persona corría peligro. 

Los resultados obtenidos van en la línea de lo esperado. Ni el estrés ni el esencialismo racial tuvieron un impacto directo en la atención a los sospechosos negros por separado, pero en combinación, sí lo hicieron. 

La idea de que el estrés puede perjudicar pero también mejorar el rendimiento no es nueva. Quizás entonces, en ausencia de estereotipos raciales, los participantes tienen cierta libertad para asignar recursos cognitivos a la detección de señales contextuales sociales dentro de un entorno en condiciones de presión; facilitando la obtención de pistas sobre la peligrosidad real o la inocencia del sospechoso.

El aspecto más alentador del estudio es que, si bien el esencialismo racial tuvo consecuencias perjudiciales al decidir usar o no la fuerza letal, existe investigación que sugiere que estas opiniones raciales pueden mitigarse a través de la educación

Si quieres saber más sobre Criminología, Perfilación Criminal y el ámbito de las Ciencias Forenses no te pierdas nuestro Máster de Criminal Profiling, nuestro curso en Criminal Profiling o nuestro Experto Universitario en Investigación Criminológica, programa 100% online y certificado por la Universidad a Distancia de Madrid, con becas especiales para lectores del Club de Ciencias Forenses.

Club de Ciencias Forenses