Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje No Verbal, esta semana les proponemos un resumen del artículo “Victim selection and kinematics: a point-light investigation of vulnerability to attack” de los autores Rebekah E. Gunns, Lucy Johnston y Stephen M. Hudson, de la University of Canterbury, que analiza la relación entre la percepción de vulnerabilidad y ciertos elementos kinésicos y aspectuales de los individuos.
Al entrar en una sala llena de extraños, un individuo puede rápidamente detectar características de todos ellos, así como la naturaleza de sus interacciones (quien flirtea, quien discute, quien domina a otros, etc.). Además, también puede llegar a determinarse, de manera en ocasiones bastante precisa, elementos de la personalidad de los distintos individuos. Esto muestra, por tanto, lo importante que puede llegar a ser la comunicación no verbal a efectos de transmitir propiedades de los individuos observados.
La comunicación no verbal puede, sin embargo, llegar a transmitir elementos como la vulnerabilidad de un individuo. Esto cobra sentido si reflexionamos sobre cómo los lobos tienden a aislar a otros animales débiles, sin ser plenamente conscientes de estar llevando a cabo este proceso de selección. Si trasladamos este ejemplo al caso de los humanos, encontramos que en multitud de ocasiones un mismo individuo puede ser repetidamente víctima de ciertos delitos, sugiriendo que tal vez ciertas características del mismo estén demostrando que el mismo es más vulnerable que otros objetivos. Esta investigación se centró, precisamente, en analizar la naturaleza de esta información específica y las características que la transmiten, con el fin de ser capaz de predecir y prevenir ataques (o crímenes) físicos.
Para ello, una muestra de individuos fue grabada con una cámara mientras se desplazaban físicamente. A su vez, se crearon otros dos grupos: uno que codificaría el tipo de movimiento que llevaba a cabo cada uno de ellos (con el fin de establecer un perfil básico), y otro que debería evaluar con qué facilidad consideraba que podría asaltarse a los individuos del vídeo.
Los resultados indicaron que, tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres, eran considerados que tenían más vulnerabilidad aquellos que se desplazaban con zancadas más cortas en relación a su altura, iban inclinados hacia delante, con un balanceo limitado de los brazos, desprendían una falta de energía en su modo de caminar (podrían ir mirando hacia abajo, con los hombros caídos, etc.) y, en general, andaban lentamente. También el peso de los individuos demostró ser importante a la hora de ser considerados vulnerables, más en el caso de las mujeres que en el de los hombres.
Finalmente, se analizó también la influencia de ropa y calzado que limitara de algún modo el movimiento, con el fin de determinar si también había una influencia de estos elementos al transmitir una sensación de vulnerabilidad. Los resultados indicaron, respecto al tipo de ropa, que aquellos individuos con falda eran considerados más vulnerables, frente a aquellos con leggins o pantalones normales. Por último, respecto al calzado, fueron determinados como más vulnerables aquellos individuos que andaban descalzo o llevaban tacones (por el contrario, aquellos con zapatos planos no fueron encontrados significativamente vulnerables).
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