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Amigos del Club del Lenguaje No Verbal, esta semana presentamos el artículo “Clusters of Nonverbal Behaviors Differ According to Type of Question and Veracity in Investigative Interviews in a Mock Crime Context” de Matsumoto, D y Hwang, H. C. (2018), en el cual analiza la noción de que examinar grupos de comportamientos no verbales es una forma más fructífera de tomar determinaciones sobre la veracidad y el engaño que los comportamientos únicos y específicos.

Realizar entrevistas de investigación es una parte importante del proceso de justicia penal. Evaluar la veracidad, la credibilidad y detectar el engaño son determinaciones importantes que se toman durante estas entrevistas.

Durante años, los investigadores han examinado el comportamiento no verbal en busca de pistas para tales determinaciones. Estas son acciones dinámicas del rostro, la voz y el cuerpo que comunican mensajes. Los primeros estudios produjeron evidencia preliminar de expresiones faciales, gestos… para diferenciar las verdades de las mentiras. Sin embargo, estudios posteriores produjeron resultados contradictorios o nulos. La mayor parte de la investigación hasta la fecha ha examinado un comportamiento no verbal específico y único. No obstante, algunos han sugerido que grupos de comportamiento no verbal (a veces combinados con palabras), en lugar de conductas únicas, pueden diferenciar de manera fiable las verdades de las mentiras.

La noción de que los grupos son mejores para diferenciar las verdades de las mentiras se basa en una consideración de la complejidad y los grados de conciencia sobre las cogniciones y emociones de uno. Así, los comportamientos no verbales son señales de estas cogniciones y emociones. La mente está repleta de múltiples pensamientos y sentimientos que, a menudo, existen simultáneamente.

Mentir requiere conocimiento de la verdad y el contenido de las propias mentiras. Por tanto, los mentirosos deben mentir sobre sus conocimientos. También tienen pensamientos sobre el hecho de la mentira, recordando dónde y cómo mienten, así como las consecuencias de ser descubierto (o no). En consecuencia, los mentirosos tienen conocimientos adicionalessobre sus mentiras. Dichas cogniciones adicionales dan como resultado emociones adicionales sobre sus mentiras. Y, en cierta medida, mentir requiere falsificar esos sentimientos. Así, los mentirosos deben mentir sobre sus emociones.

Estas características de los estados mentales de los mentirosos sugieren circunstancias muy complejas asociadas a la mentira. Por ende, el examen de cualquier canal por sí solo puede no diferenciar a quienes dicen la verdad de los mentirosos tan bien como los grupos o clusters lo harían. Esto se debe a que los clusters proyectan una red más ampliade fuentes de señales con las que capturar posibles fugas (conscientes o inconscientes) de los diversos estados cognitivos y emocionales.

Otro factor que debería influir en la producción diferencial de comportamiento no verbal entre personas sinceras y mentirosos en las entrevistas de investigación son los tipos de preguntas que se hacen. Los diferentes tipos de preguntas deberían provocar diferentes cogniciones y emociones para los que dicen la verdad y los que mienten, produciendo así diferentes comportamientos no verbales.

Las diferencias individuales aseguran que diferentes personas tengan diferentes reacciones cognitivas y emocionales a estas complejidades. El marco presentado sugiere que los diferentes tipos de cogniciones y emociones, los cuales son reclutados por diferentes tipos de preguntas, deben asociarse con diferentes grupos de comportamiento no verbal. Otro factor que considerar en esta línea de investigación es que la calidad de la entrevista se contamina fácilmente. Los entrevistados pueden no comprenden las preguntas formuladas, o el entrevistador puede impedir o influir negativamente en la entrevista.

En su investigación, los autores categorizaron tres tipos de preguntas y examinaron si las diferencias en los grupos de comportamiento no verbal entre quienes dicen la verdad y los mentirosos son moderadas por estos tipos de preguntas. También controlaron la calidad de las entrevistas codificando la contaminación de la entrevista.

Así, participantes de cuatro grupos étnicos “robaron un cheque” y mintieron al respecto, o no lo hicieron y dijeron la verdad. Después de ser asignados a una condición (robar-mentir o no robar-verdad) cada participante realizó tres entrevistas, dos antes de cometer el delito y una después (la de investigación). Las tres categorías de comportamiento no verbal examinadas fueron expresiones faciales de emociones (seis tipos), gestos (tres tipos) y características vocales(cinco tipos).

Con pocas excepciones, las preguntas abiertas produjeron más comportamiento no verbal que otros tipos de preguntas. Pero cuando se controló la duración de la respuesta, las preguntas directas produjeron la mayor cantidad de comportamiento no verbal, seguidas de las preguntas indicadoras. También los grupos de comportamiento no verbal diferenciaron a los que dicen la verdad de los mentirosos, y los grupos específicos sí fueron moderados por preguntas. El hecho de que las diferencias en la conducta no verbal se produjeran en función de diferentes tipos de preguntas tiene importantes implicaciones para su uso en entrevistas de investigación y en el proceso de justicia penal.

Las preguntas abiertas claramente brindan la capacidad de observar mayor cantidad y rango de comportamiento no verbal en busca de pistas de veracidad o engaño, especialmente cuando se consideran junto con las declaraciones verbales. Pero los análisis también mostraron que otras preguntas, incluso las directas y cerradas que requieren respuestas duales simples, están repletas de cognición y emoción.

Empíricamente, estos hallazgos sugieren el desarrollo de taxonomías de tipos de preguntas en el futuro, así como para la explicación continua de patrones diferenciales de respuestas a esas taxonomías. Ningún comportamiento no verbal diferenciaba las verdades de las mentiras en todas las preguntas.

En las preguntas abiertas, los mentirosos mostraron menos ira y felicidad y más disgusto, miedo y sorpresa. También asintieron menos con la cabeza; el tono de voz era más bajo, con un mayor rango de tono y de intensidad. En las preguntas indicadoras, los mentirosos experimentaron más ira y disgusto facial y menos asentimientos con la cabeza. La mayor ira y disgusto, tono más alto y menos asentimientos con la cabeza probablemente reflejen una mayor emotividadgeneral a tales preguntas en comparación con quienes dicen la verdad, lo cual es indicativo de las preguntas indicadoras.

En la práctica, estos hallazgos sugieren que los investigadores deben ser conscientes de los patrones diferenciales de respuestas no verbales frente a los diferentes tipos de preguntas durante las entrevistas de investigación. Este conocimiento permitiría desarrollar estrategias y técnicas para preparar y ejecutar entrevistas de manera más efectiva. Asimismo, se necesitarían conocimientos operativos y habilidades de observación relacionadas con múltiples canales de conducta.

Los estilos comunicativos de los grupos también produjeron diferencias en la forma en que los participantes se expresaban (por ejemplo, hablando más o menos alto). Sin embargo, esto no necesariamente se asocia con el engaño. Así, las diferencias no verbales también pueden conducir a otros sesgos interesantes en las percepciones, prejuicios y estereotipos de personas y grupos. Esta constituye una importante línea de investigación potencial en el futuro, con importantes ramificaciones para el sistema de justicia penal y los procesos de investigación.

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