Amigos del Club del Lenguaje No Verbal, esta semana presentamos el artículo “Gender, Parasocial Interaction, and Nonverbal Communication: Testing the Visual Effect of Sports Magazine Cover Models” de Wasike, B. (2018), en el cual se analiza el efecto de las modelos de portadas de revistas de deportes en la interacción parasocial y la comunicación no verbal.

Horton y Wohl introdujeron el concepto de interacción parasocial como “las observaciones sobre la intimidad en la distancia”.

Esto hace referencia a la relación simbólica que las personas desarrollan con los individuos o personajes que ven en la televisión, radio o películas. Dicha relación suele caracterizarse por ser unilateral, no dialéctica, controlada por el ejecutante y no susceptible de desarrollarse mutuamente. Las conceptualizaciones más nuevas del término incluyen un aspecto experiencial. Es decir, la intuición del usuario sobre las señales no verbales del ejecutante juega un papel en el proceso.

Las investigaciones han establecido que los medios deportivos, en general, y las revistas deportivas en particular, muestran desproporcionadamente a más hombres que mujeres atletas. Cuando muestran a las mujeres, la representación es mayoritariamente negativa, y rara vez aparecen en las portadas de las revistas deportivas.

Cuando las mujeres aparecen en estas portadas, lo más probable es que sean sexualizadas, cosificadas o trivializadas. Además, las mujeres tenían menos probabilidades que los hombres de estar vinculadas a un deporte específico y, en general, las portadas enfatizaban el género antes que los logros deportivos.

Así las cosas, las portadas de revistas suelen tener tres elementos principales: el logotipo (nombre de la revista), líneas de portada (teasers textuales / leyendas) y la imagen principal. Es el último elemento (normalmente, un modelo de portada) el que tiene más consecuencias por la influencia en la venta, etc. Y, como cualquier imagen, las portadas pueden afectar tanto positiva como negativamente al lector. Por ejemplo, un efecto negativo podría ser la promoción de dimensiones corporales insostenibles.

Sin embargo, la investigación reciente continúa encontrando un impacto en la interacción parasocial en lo que respecta al atractivo físico, el carácter moral e incluso la popularidad general del modelo o persona concreta. Se muestra, a su vez, que el género mitiga la interacción parasocial. Esto es, la diversidad de género en los medios puede influir en dicha interacción.

Algunos estudios indican que las mujeres desarrollan más interacción parasocial que los hombres. Estos tienen más probabilidades de experimentar interacciones parasociales si sienten una soledad crónica. Los patrones de interacción parasocial basados en el género también se pueden explicar por cómo ven hombres y mujeres las relaciones.

Otros estudios muestran que los personajes mediáticos masculinos y femeninos provocan diferentes interacciones parasociales entre los sujetos de prueba. Parte de la atracción hacia el mismo sexo puede explicarse por el apego a la preocupación o la idealización que se desarrolla hacia los personajes mediáticos favoritos, generalmente por algunas deficiencias e inseguridades autopercibidas.

Del mismo modo, la apariencia y los signos no verbales de las imágenes de las portadas son importantes, puesto que provocan diversos efectos en los lectores. La investigación contemporánea continúa encontrando diferencias de género en la comunicación no verbal.

Con el fin de ahondar en la relación entre estas cuestiones (género, comunicación no verbal e interacciones parasociales), el autor condujo su propio experimento. En él, se escogieron 10 portadas de revistas de Sports Illustrated y ESPN The Magazine. Los participantes fueron 146 estudiantes universitarios estadounidenses (60% mujeres), quienes -en adición- respondieron a un cuestionario. Los hombres indicaron significativamente más entusiasmo en los deportes. Sin embargo, las mujeres leían revistas con más frecuencia que los hombres.

A pesar de que los participantes vieron una portada a la vez y sin ningún orden en particular, el autor seleccionó las portadas en parejas (cada par con un modelo masculino y femenino). Los modelos de cada par se parecían lo más posible entre sí en cuanto al lenguaje corporal, expresiones faciales y el ángulo de la cámara. Además, solo se seleccionaron las portadas que presentaban un único modelo.

Los resultados revelaron lo siguiente. En general, las modelos femeninas de portada provocaron niveles de interacción más altos que los masculinos. En concreto, provocaban más atractivo principalmente, mientras que los hombres provocaban más amabilidad. La aparición de una mujer en la portada de una revista deportiva aumentó la interacción parasocial con los sujetos. De igual forma, las modelos femeninas producían más señales no verbales que los masculinos, generando mayores efectos.

Todas las combinaciones de interacción parasocial individual y parámetros no verbales se correlacionaron significativamente de manera positiva. Así, a pesar de ser menos frecuentes, las modelos femeninas tenían un efecto parasocial y no verbal más alto. Esto significa que las portadas con mujeres producían una mejor primera impresión visual. Por lo tanto, tenían un mayor potencial para atraer lectores y posibles compradores.

Por otro lado, entre los participantes no se apreciaron patrones de género. Los sujetos femeninos no indicaron significativamente más interacción parasocial que los sujetos masculinos. Asimismo, las similitudes más notables fueron la probabilidad de leer sobre un modelo específico y comprar una revista que lo presentara en la portada (existía congruencia).

Al igual que los resultados del efecto parasocial, no hubo diferencias significativas entre sujetos femeninos y masculinos con respecto a la decodificación no verbal. No obstante, sí se apreciaron levemente en cuanto a cómo se decodificaban las señales verbales según el género del modelo y sus preferencias. Las mujeres eran un poco más propensas a decodificar señales no verbales del mismo género; los hombres lo eran a decodificar señales de género mixto.

Así pues, muchos de estos resultados contradicen la literatura existente hasta el momento sobre la temática, por ejemplo, en lo referente a los patrones de género en la decodificación no verbal. Esto puede deberse a una falta de publicación de otros estudios cuyos resultados no revelan diferencias de género significativas.

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