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Lo que más me ha llamado la atención del mundo del lenguaje no verbal desde hace años, y aún hoy en día me continúa fascinando, sin lugar a dudas, es la proxémica. El tremendo impacto que tiene el uso del espacio en la generación de emociones y el hecho de ver día a día cómo el espacio influye en nuestras vidas.

Las emociones y la expresión de éstas a través de la comunicación no verbal es algo que desde el ámbito científico ha sido ampliamente estudiado. Sin embargo, la proxémica es un campo al cual no se le ha dedicado, bajo mi punto de vista, la atención que se merece.

Es evidente, tal y como hemos mencionado en artículos anteriores, que el mayor exponente es el autor Edward T. Hall. En 1966, este antropólogo, publica un excepcional libro llamado “La dimensión Oculta”, en el cual acuña el término proxémica refiriéndose a él como “las observaciones y teorías interrelacionadas del empleo que el hombre hace del espacio, que es una elaboración especializada de la cultura”.

Casi 45 años después de su publicación la definición las diferentes zonas espaciales del hombre (que mencionamos en diferente artículos en nuestra web)  siguen totalmente vigentes.

Pero en este artículo, a petición de uno de nuestros lectores, queremos hacer especial mención al origen de su teoría. Edward T. Hall plantea su constructo teórico a partir de la observación del uso del espacio en animales, basándose en las aportaciones de Hediger. De esta manera establece que existen una serie de “distancias” que, de una manera u otra, emplean la mayoría de los animales:

–          Las usadas cuando un animal se encuentra con otro animal de diferente especie:

  • Distancia crítica. Es aquella distancia, que al ser superada por un miembro de otra especie el animal, marca el momento en el cual comenzaría a huir, salvo que encuentre un obstáculo infranqueable, ante lo cual atacará. Muchos animales salvajes en libertad no son peligrosos pero al ser enjaulados se convierten en un gran peligro para otras especies ya que al entrar en su zona crítica no tienen vía de escape. Esta distancia de huida parece tener relación con el tamaño del animal. Cuanto mayor es, mayor es esta distancia. Las especies más pequeñas dejan que otros individuos de especies diferentes se acerquen más antes de salir huyendo.
  • Distancia de vuelo. Sería la aplicada para huida en especies voladoras.

 –          Las usadas cuando se encuentran con otro animal de su misma especie.

  • Distancia personal. Distancia normal de relación de dos animales “de no contacto” de la misma especie entre los que no existe un contacto íntimo: “ámpula invisible que rodea el organismo”.
  • Distancia social. Aparece en especies “de contacto” que tienen la necesidad de mantenerse unidos como grupo. La distancia social sería aquella hasta la que puede retirarse un individuo de la especie sin perder el contacto con el grupo. Más que una medida física es una medida psicológica que depende de la situación.

 Un ejemplo claro que menciona Hall en su libro es el del domador de leones. Cuando el domador entra en la distancia crítica del león y éste se ve acorralado en la jaula sin poder huir, procederá a acercase lentamente al domador. En ese momento el domador sitúa una silla entre si y el animal. El avance del león hacia el domador será imparable y en su acercamiento subirá a la silla. En ese momento se puede observar cómo el domador retrocede rápidamente saliendo de la distancia crítica de la fiera, ante lo cual el león cesará su avance y quedará subido a la silla.

Me gustaría, por último, destacar en este artículo un aspecto contemplado por el autor en su libro, que sin lugar a dudas es espeluznante. Según Hall, la extinción de las especies tiene mucho más que ver con el espacio que con cualquier otra causa.

Schäfer, director del Museo de Historia Natural de Frankfurt en la década de los 50, fue el primer autor que estudio el modo que tienen los seres vivos de manejar el espacio. Schäfer planteó el término de “densidad crítica” como el nivel de densidad de población a partir de la cual se desencadena un mecanismo mediante el cual la propia especie comienza a eliminar a sus congéneres. Hall plantea ejemplos con diferentes especies como el cangrejo o los ciervos en las cuales al aumentar la población llega un momento en el cual la falta de espacio hace que ellos mismo se supriman, bien devorándose, bien mediante mecanismos de difícil explicación como dejar de reproducirse hasta reducir el nivel de densidad de la especie.

Lo verdaderamente interesante a la vez que preocupante es la aplicación de estas teorías al ser humano: ¿cuándo llegará el ser humano a la densidad crítica? ¿qué ocurrirá entonces?

2 Comments

  1. Pingback: El respeto y la Proxémica – Espacio Coach

  2. LLegará el ser humano a la densidad crítica?, espero que no. No es nada descabellado pensarlo, pero leyendo este artículo no he podido evitar pensar en los momentos que estamos viviendo actualmente con el Covid 19. Espero que no sea el comienzo de un mecanismo de dificil explicación. Nunca se sabe. La evolución sigue su curso.

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Club del Lenguaje No Verbal