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Romper las reglas para alcanzar el poder. Club Lenguaje No Verbal.
Romper las reglas para alcanzar el poder. Club Lenguaje No Verbal.

Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje no Verbal, esta semana les ofrecemos un resumen del artículo “Romper las reglas para alcanzar el poder: Cómo los infractores de normas alcanzan el poder de cara a los demás”, de los autores Gerben A. Van Kleef , Astrid C. Homan, Catrin Finkenauer, Seval Gündemir y Eftychia Stamkou de la Universidad de Amsterdam (NL), sobre la transgresión de normas y la percepción de poder.

Tal vez sea de esperar que los que detentan el poder al romper las reglas caigan en desgracia y lo pierdan. Pero, ¿es posible que el hecho de romper las reglas en realidad alimente la percepción de poder? En este trabajo se explora esta paradójica posibilidad, centrándose en los efectos de la violación de las normas sobre la percepción de poder. Las normas son reglas o principios entendidos por los miembros de un grupo y que guían y/o restringen el comportamiento, sin la coerción de las leyes, para generar una conducta adecuada y aceptable. Así pues, la violación de la norma se define como una conducta que infringe uno o más principios de comportamiento apropiado y aceptable.

En base a la teoría del poder de activación/inhibición y al trabajo empírico se plantea la hipótesis de que las personas que violan las normas son percibidas como más poderosas que las que no lo hacen. Según esta teoría, los individuos poderosos son relativamente libres de comportarse como quieren. Encuentran menos limitaciones sociales y más entornos con recursos (dinero, conocimiento, apoyo). Esto estimula su sistema de activación conductual, que se acompaña de desinhibición conductual. Al contrario, los individuos con poco poder, sufren más limitaciones sociales, amenazas y castigos. Esto activa su sistema de inhibición conductual, que restringe sus acciones.

De hecho, los individuos con poder parecen actuar a voluntad sin temor a las consecuencias negativas. Esta desinhibición conductual hace que los individuos más poderosos sean propensos a exhibir una conducta socialmente inapropiada. Es más, a pesar de imponer estrictas normas morales a los demás, ellos por el contrario no suelen respetarlas.Debido a que se cree que ciertos comportamientos están asociados con el poder, las señales en sí mismas pueden indicar poder. Por lo tanto, cuando las personas perciben a los que se encuentran a su alrededor, pueden utilizar este tipo de señales para inferir su nivel de poder.

En este trabajo se ha querido poner a prueba esta hipótesis en cuatro estudios.

En el primer estudio se estableció un escenario en el que un sujeto mostraba una conducta de violación de normas (o no), y se midieron las percepciones de los encuestados acerca “del poder” de esa persona. Los resultados proporcionaron evidencia inicial sobre que el hecho de transgredir las normas puede alimentar la percepción de poder, incluso aunque se trate de un comportamiento negativo (asocial, inmoral, inadecuado y grosero).

El estudio 2, para examinar la posibilidad de generalizar el efecto, se centró en un tipo diferente de infracción de la norma que se llevó a cabo en un contexto institucional. Además, se investigó si el efecto de las transgresiones sobre la percepción de poder está mediado por inferencias intencionadas. El estudio mostró que la violación de normas puede alimentar la percepción de poderes ya que indica que se es libre de actuar como uno quiere, una libertad que se asocia con un poder elevado.

En el estudio 3 se empleó una violación de normas distinta y una metodología diferente para establecer la fuerza del efecto. Según las investigaciones sobre estereotipos emocionales, se prevé que los individuos poderosos reaccionen con más rabia y menos tristeza ante acontecimientos negativos que los individuos menos poderosos y, por consiguiente exhibir tendencias de acción más activas (aproximación, confrontación) y menos pasivas (inhibición, impotencia). Se ha usado esta idea para desarrollar una discreta representación de percepción de poder, esperando que la transgresión llevaría a índices más altos de ira y tendencias de activación e índices más bajos de tristeza y tendencias de inhibición.

Para profundizar en la robustez y generalización de los hallazgos, en el estudio 4 se investigó si los efectos se dan igualmente en una interacción cara a cara. Los resultados indicaron que el efecto de la violación de normas sobre el poder está mediado por inferencias intencionadas.

En consecuencia, la presente investigación revela que la violación de normas hace que los individuos sean percibidos como más poderosos. El análisis de mediación mostró que el efecto de la transgresión puede ser explicado en términos de inferencias intencionadas: los infractores de normas son vistos con la libertad de actuar como les plazca, lo que alimenta la percepción de poder. El trabajo empírico ha descubierto varios predictores de poder, que van desde rasgos de personalidad tales como extraversión y dominancia a características demográficas y comportamiento no verbal. Se ha logrado mostrar que los individuos pueden ganar poder de cara a los demás infringiendo las normas.

Este estudio apunta a un nuevo mecanismo a través del cual la jerarquía social y organizativa se refuerza y perpetúa. Puesto que lleva a la desinhibición conductual, los poderosos son más propensos a violar las normas. Al hacerlo, otros individuos les ven poderosos, tal y como se ha demostrado. A medida que los individuos alcanzan el poder, su comportamiento se vuelve aún más libre, llevando posiblemente a más transgresiones, y por lo tanto provocando un proceso de auto-refuerzo. La gente suele detectar rápidamente el poder de los demás, pero del mismo modo debilitan la posición de poder de una persona cuando creen que es ilegítima. De acuerdo con la influencia recíproca del modelo de poder, los individuos detentan el poder cuando actúan en interés del grupo.

Por tanto, infringir la normas por el interés del grupo puede ser una buena manera de elevar la posición. Una última cuestión se refiere al papel de la acción. Los individuos que muestran una mayor propensión a actuar tienden a ser percibidos como más poderosos. Puede ser que el papel de la acción dependa del contexto, de manera que el tipo de (in)acción que indique mayor libertad probablemente genere percepción de poder. Futuros estudios podrían explorar esta posibilidad.

En conclusión, violar las normas puede aumentar el poder de un individuo de cara a los demás. A medida que los individuos obtienen poder, sienten una mayor libertad para infringir las normas vigentes. Paradójicamente, estas transgresiones no socavan el poder del individuo sino que lo incrementan, originando así un círculo vicioso junto con la inmoralidad.

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Fundación Universitaria Behavior & Law – Club del Lenguaje no Verbal

Traducción y edición: Leticia Moreno

Efectos de las imágenes de ojos en el comportamiento cooperativo. Club Lenguaje No Verbal.
Efectos de las imágenes de ojos en el comportamiento cooperativo. Club Lenguaje No Verbal.

Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje no Verbal, en esta ocasión les presentamos un resumen del artículo “Efectos de las imágenes de ojos en el comportamiento cooperativo cotidiano: un experimento de campo” de los autores Max Ernest-Jones, Daniel Nettle y Melissa Bateson de la Universidad de Newcastle (UK), acerca del comportamiento cooperativo.

Las sociedades humanas se caracterizan por altos niveles de comportamiento cooperativo (es decir, el comportamiento que beneficia a otros individuos con un coste a corto plazo para uno mismo), a menudo dirigido a no familiares. Entre los modelos más destacados de estabilidad evolutiva de cooperación entre no familiares, se encuentran los modelos basados en la reputación y en el castigo. En los modelos de reputación, los individuos que no cooperan cuando tienen la oportunidad de hacerlo, corren el riesgo de no ser elegidos como compañeros de interacción por parte de otros miembros del grupo que han observado o conocen su comportamiento. Mientras el valor esperado de esta futura pérdida de oportunidades interacción sea lo suficientemente elevado, las consecuencias para la reputación pueden hacer de la cooperación una estrategia que facilita la adaptabilidad, incluso cuando es probable que el beneficiario no corresponda.

En los modelos de castigo, se imponen los costes de la adaptabilidad a los miembros del grupo que no cooperan. Una vez más, esto puede ser suficiente para que la cooperación sea una estrategia facilitadora de la adaptabilidad, y la tendencia a castigar el comportamiento no cooperativo puede verse favorecida por la selección bajo ciertas circunstancias. Existe evidencia empírica sobre los efectos de la reputación y del castigo en la conducta cooperativa humana. Tanto la reputación como la evitación del castigo suponen un incentivo para cooperar que sólo se obtiene cuando alguien más sabe acerca de la conducta. Por lo tanto, en la medida que los mecanismos psicológicos que subyacen de las decisiones de cooperar han sido moldeados por la presencia recurrente de efectos de reputación y de castigo, deberían ser altamente sensibles a las señales que indican que el comportamiento está siendo observado. Una potente señal de observación son un par de ojos, y se ha demostrado que solo con poner la imagen de unos ojos como fondo de pantalla en un ordenador es suficiente para aumentar la cooperación en el Juego del Dictador (Dos jugadores; uno de ellos, el dictador, divide cierta cantidad de dinero entre él mismo y el otro jugador, el receptor).

En contraste con estos resultados, se ha descubierto que las imágenes de ojos como fondo de pantalla de ordenador no tuvieron efecto sobre la conducta cooperativa del segundo jugador en el Juego de la Confianza (Ejercicios físicos para probar y estimular la confianza en uno mismo y en el grupo). Por otra parte, se ha mostrado recientemente que estar en una habitación con otras personas no tiene ningún efecto sobre las decisiones en el Juego del Ultimátum (similar al Juego del Dictador, en el que se interacciona de manera anónima) cuando se asegura explícitamente que los individuos no tendrán conocimiento de lo que se decide.

En este artículo se ha llevado a cabo un experimento de campo en el que se midieron los efectos de los carteles sobre el comportamiento de tirar basura de los clientes en una cafetería de autoservicio. Se prepararon carteles con imágenes de ojos de personas o de algunas flores, y con un mensaje escrito congruente o incongruente con el comportamiento que se quería medir. La cafetería se compone de 35 mesas de diferentes tamaños y se rige por un sistema de auto-limpieza cuya norma social (Reforzada por carteles en las paredes) es que los clientes deben recoger la basura de sus mesas antes de salir de la cafetería. En la condición congruente los carteles muestran el mensaje: “Por favor coloquen sus bandejas cuando hayan acabado”, mientras que en la condición incongruente el mensaje es: “Por favor, sólo consuman alimentos y bebidas comprados en este establecimiento”.

En un experimento diseñado para investigar los efectos de las imágenes de ojos en el comportamiento cooperativo en un entorno real, se ha descubierto que los carteles que representan imágenes de ojos aumentan la probabilidad de que la gente recoja la basura de sus mesas en una cafetería de auto-servicio. Por lo tanto, se podría decir que la cercanía de imágenes de ojos puede tener consecuencias importantes en la conducta cooperativa en un entorno real. Parece que los mecanismos psicológicos que controlan las decisiones sobre si cooperar o no son especialmente sensibles a las señales que normalmente indican un escrutinio social. Para muchos individuos, las imágenes de ojos no fueron relevantes para la interacción en la cafetería. Supuestamente, la presencia de observadores reales proporciona muchas señales de observación, y esto puede saturar el efecto de los estímulos artificiales. Sin embargo, es posible que las señales de observación solo influyan en ciertas situaciones.

En primer lugar, los efectos de la inclusión de señales sutiles de observación pueden ser mayores en entornos con pocos observadores reales. En segundo lugar, la influencia de las señales implícitas puede ser anulada por instrucciones explícitas sobre el anonimato del comportamiento. Finalmente, puede haber otros aspectos de la estructura de la tarea cooperativa que manifiesten señales de observación de forma menos notable.

Puede ser que los diferentes escenarios evoquen diferentes esquemas psicológicos, donde la observación de terceros es un aporte menos importante, y el comportamiento del compañero lo es más. Además de demostrar el efecto de los ojos, los datos proporcionan asimismo evidencia directa de que la presencia de personas reales, y la posibilidad de ser realmente observado, reduce el comportamiento de tirar basura.

Por lo tanto, algunos individuos en grandes grupos pueden sentirse igual de ignorados que si estuvieran solos. A pesar de que este tipo de experimentos no explica el origen evolutivo de la cooperación humana, ayuda a esclarecer el funcionamiento de los mecanismos de cercanía, en ambientes naturales, por medio de los cuales los individuos deciden cuando comportarse de forma cooperativa y cuando no hacerlo. Este estudio confirma que la visualización de imágenes de ojos tiene la misma eficacia que un codazo, no sólo porque los ojos atraen la atención, sino por conexiones más básicas entre la sensación de ser observado y la conducta cooperativa. Las imágenes de ojos parecen ser eficaces en la inhibición de conductas antisociales en situaciones donde no existe una relación de compañerismo (Por ejemplo: no despilfarrar bienes públicos, o no deteriorar infraestructuras públicas), y en especial cuando hay pocas personas alrededor mirando.

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Fundación Universitaria Behavior & Law – Club del Lenguaje no Verbal

Traducción y edición: Leticia Moreno

A veces los demás nos conocen mejor que nosotros mismos. Club Lenguaje No Verbal.
A veces los demás nos conocen mejor que nosotros mismos. La percepción de la propia personalidad. Club Lenguaje No Verbal.

Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje no Verbal, esta vez les ofrecemos un resumen del artículo «A veces los demás nos conocen mejor que nosotros mismos» de las autoras Simine Vazire y Erika N. Carlson de la Universidad de Washington (EE.UU.) que trata de la percepción de la propia personalidad.

La mayoría de nosotros tenemos la poderosa intuición que nos conocemos mejor de lo que los demás nos conocen. Sin embargo, todos conocemos personas que se engañan a sí mismas, lo cual plantea la incómoda posibilidad de que nosotros, también, podríamos estar engañándonos. Cuando se trata de nuestra propia personalidad, cada vez hay más evidencia de que nuestros puntos ciegos son considerables. Por otra parte, los demás a veces pueden ver cosas sobre nuestra personalidad que no podemos. El objetivo de este trabajo es revisar la evidencia más reciente en relación a la precisión de la auto percepción de la personalidad y la percepción de los otros y demostrar que la imagen completa de cómo es una persona requiere tanto la propia perspectiva de la persona como la perspectiva de otros que la conocen bien.

El primer paso para poder determinar que los demás saben cosas de nuestra personalidad que nosotros mismos no conocemos es mostrar que hay lagunas en nuestro auto conocimiento. Algunos puntos ciegos pueden deberse a una simple falta de información. Pueden deberse asimismo a demasiada información, tenemos acceso a tantos pensamientos, sentimientos y comportamientos que a menudo nos cuesta mucho agregar mentalmente esos indicios y reconocer patrones. Sin embargo, en muchos casos, los puntos ciegos no son tan inocentes ya que son el resultado de procesos cognitivos motivados. Querer afirmar y mejorar nuestra autoestima es uno de los motivos de mayor influencia en la auto percepción. El conocimiento motivado influye y distorsiona la auto percepción de muchas maneras que ayudan a crear y mantener puntos ciegos en el auto conocimiento.

Un claro ejemplo de punto ciego lo encontramos en la investigación sobre discrepancias entre las percepciones explícitas e implícitas de las personas sobre su propia personalidad. La personalidad implícita se mide normalmente por la asociación automática que las personas hacen de ellas mismas con rasgos específicos o comportamientos. De este modo, se forman asociaciones automáticas o implícitas sobre la base de anteriores patrones de comportamiento. Por lo tanto, los rasgos que la gente asocia automáticamente con ellos mismos en pruebas implícitas pueden predecir el comportamiento más allá de los rasgos que promueven conscientemente en mediciones explícitas de personalidad. Si el procesamiento implícito del auto conocimiento fuera simplemente una cuestión de eficiencia, deberíamos ser capaces de aumentar la congruencia entre nuestra auto imagen explícita e implícita centrando nuestra atención en las manifestaciones conductuales de nuestra personalidad implícita. Así pues, parece que nuestros motivos a veces nos llevan a ignorar los aspectos de nuestra personalidad que otros pueden detectar. Como resultado, nuestras auto percepciones conscientes proporcionan una valiosa pero incompleta perspectiva sobre nuestra personalidad.

El segundo paso para poder determinar que otros pueden conocer cosas acerca de nuestra personalidad que nosotros desconocemos es mostrar que los demás son expertos en la detección de la personalidad. Resulta que muchos aspectos de la personalidad son increíblemente transparentes a los demás, incluso cuando no se están transmitiendo deliberadamente. Revelamos nuestra personalidad deliberada e indeliberadamente a través de la música que escuchamos, nuestros dormitorios, y nuestro entorno online. Por otra parte, cuanto más convivimos con los demás, con mayor precisión pueden inferir nuestros pensamientos y sentimientos. Estos hallazgos muestran que somos agudos conocedores de las personalidades de los demás, probablemente debido a la importancia de la percepción interpersonal para nuestra especie social. En consecuencia, los demás, especialmente aquellos que pasan mucho tiempo con nosotros y con los que nos sinceramos, se convierten casi inevitablemente en expertos en nuestra personalidad.

El objetivo de este artículo es demostrar que a veces los demás ven aspectos de nuestra personalidad de los que no somos conscientes. La igualdad total en los niveles de precisión oculta un patrón más interesante: la auto valoración de la personalidad y la valoración de los demás no sólo proporcionan información redundante, sino que reflejan aspectos diferentes. Vazire (2010) propuso que tenemos mejor información de nosotros mismos que los demás para juzgar rasgos internos, rasgos principalmente definidos por pensamientos y sentimientos, pero que los demás tienen mejor información para juzgar rasgos externos, rasgos principalmente definidos por la conducta manifiesta. Existen evidencias de que las personas cercanas podrían de hecho tener impresiones más positivas sobre nosotros de las que tenemos, pero que sus percepciones son aun así más precisas. Los hallazgos sugieren que los que nos conocen bien a veces ven cosas que no vemos en nosotros mismos, sobre todo cuando se trata de aspectos de nuestra personalidad que pueden ser apreciados por los demás y de los que nos preocupamos mucho (y por lo tanto no podemos ver de forma objetiva).

Para conocer la personalidad de alguien, tenemos que saber tanto la manera en que se ve a sí mismo como la manera en que le ven otras personas que le conocen bien. El hecho de que la auto percepción sea una parte importante de la personalidad no es algo nuevo; el nuevo descubrimiento es que los demás saben muchas cosas acerca de nosotros que desconocemos. La investigación plantea que aunque tendemos a sobrestimar el grado en que otros comparten nuestra percepción de nosotros mismos, somos capaces de detectar la impresión que producimos a los demás, incluso al conocer a alguien por primera vez. Parece asimismo que sabemos cómo las personas que nos conocen en diferentes contextos nos ven de distinta manera (por ejemplo, los padres frente a los amigos).

En resumen, parece que somos algo conscientes de cómo nos ven los demás, pero no siempre hacemos uso de esa información para juzgar nuestra propia personalidad. Por lo tanto, es posible que podamos mejorar nuestro auto conocimiento dando más importancia a nuestras impresiones acerca de cómo nos ven los demás, especialmente, cuando se trata de rasgos evaluativos observables (por ejemplo: ser divertido, encantador, etc.). Estudios recientes han planteado que la auto afirmación reduce las respuestas defensivas y nos hace más receptivos a la información negativa sobre nosotros. Por otro lado, las técnicas de meditación pueden reducir los dos principales obstáculos para el auto conocimiento: la falta de información y las tendencias motivacionales. En resumidas cuentas, se sabe poco sobre cómo mejorar el auto conocimiento. Parece evidente que queda mucho por aprender acerca de cómo podemos llegar a conocernos mejor.

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Fundación Universitaria Behavior & Law – Club del Lenguaje no Verbal

Traducción y edición: Leticia Moreno

La formación de primeras impresiones a través de la web. Club Lenguaje No Verbal.
La formación de primeras impresiones a través de la Web. Club Lenguaje No Verbal.

Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje no Verbal, esta semana les presentamos un resumen del artículo «Caer bien en la Web y en el «mundo real»: Consistencia de las primeras impresiones a través de páginas web personales y comportamiento espontaneo» de los autores Max Weisbuch, Zorana Ivcevic y Nalini Ambady de la Universidad de Tufts (EE.UU.) que trata sobre la formación de primeras impresiones en las interacciones a través de la Web.

Durante la última década, los países industrializados han observado un cambio importante en cómo las personas se conocen e interaccionan. Ahora se usan las páginas web personales para valorar de quién hacerse amigo, con quién salir e incluso a quién contratar. La premisa es que el análisis de las páginas web personales permite a los amigos, citas, y empleadores potenciales prever cómo se comportará realmente una persona. Se ha analizado si y por qué la gente considerada agradable en base a su página de Facebook podría también serlo en la vida real. Aunque probablemente nunca se renuncie por completo a la interacción social cara a cara, muchas de las actividades sociales importantes que antes estaban relegadas al «mundo real» se están produciendo en Internet. Lo que antes era «sabido» acerca de la formación de impresiones, la percepción de la persona, la auto presentación y otros temas, deberían ser reconsiderados en esta nueva realidad social.

Algunas investigaciones recientes han demostrado que en las páginas web personales se reflejan incluso rasgos de personalidad auto informados. Si bien este tipo de estudios informan sobre los procesos sociales y psicológicos que ocurren online, existen pocas evidencias sobre hasta que punto el comportamiento espontáneo (y directamente observado) que tiene lugar en el «Mundo real» está fielmente representado online.

En este artículo se pretende analizar la correspondencia entre la percepción social en la Web y la percepción social en el «mundo real» con la creencia de que estos medios pueden producir diferentes impresiones. Por tanto, mientras que las impresiones formadas a partir de la interacción social pueden basarse en una mezcla de comportamiento decisivo y espontáneo, las impresiones formadas a partir de páginas web personales pueden estar basadas en objetivos totalmente estratégicos o comportamientos de auto presentación.

En consecuencia, podría existir una limitada correspondencia entre las impresiones formadas a través de la Web y las impresiones formadas durante las interacciones. Por el contrario, los diferentes tipos de información proporcionados por los dos medios todavía pueden producir impresiones bastante similares. Por último, si bien existen diferencias entre la interacción inicial cara a cara y la interpretación a través de una página web, ambas situaciones incluyen presuntamente un aspecto del manejo de impresiones. Por ello, se prevé cierta consistencia entre las impresiones formadas a partir de la interacción cara a cara y las formadas a partir de las páginas web personales.

Aquí se han analizado las impresiones acerca de la simpatía, en parte, debido a las claras implicaciones que tienen para decisiones importantes como las citas, la amistad, y el empleo. De este modo, la gente tiende a hacer inferencias sobre la simpatía visitando las páginas web personales. En la medida en que las personas hacen inferencias acerca de la simpatía es probable que lo hagan en base a señales observables. A pesar de que existen diferencias significativas en las señales disponibles para los perceptores en los dos medios de comunicación social, los factores conceptuales que sustentan las señales en las páginas web personales pueden tener alguna similitud con los factores que sustentan las señales disponibles en la interacción cara a cara. En ambos medios, se examinaron las señales observables teóricamente sostenidas por la expresividad social y la auto revelación, las cuales se piensa tiene un papel en la creación de proximidad y simpatía.

En general, ya que las personas parecen mostrar consistencia en el comportamiento a través de los canales de comunicación, se prevé que los que son valorados positivamente en la interacción social también lo sean en base a sus páginas de Facebook, incluso cuando es más probable el manejo consciente de impresiones en los sitios web personales. Se prevé que las señales observables apoyen dicha correspondencia en la percepción social.

La actual investigación es la primera en demostrar que existe correspondencia entre las primeras impresiones formadas a partir de observaciones de la propia conducta en el mundo real y las formadas a través de páginas web. Más allá de la relación entre las variables de auto evaluación, se observó que las primeras impresiones formadas a través de las páginas web personales proporcionan a los perceptores información válida sobre la espontánea simpatía del autor de la página web en la «vida real». La expresividad juega un papel fundamental en la creación de las primeras impresiones positivas online así como en el «mundo real»; curiosamente, la expresividad no verbal y la auto revelación verbal están relacionadas con la expresividad y la revelación en la página web respectivamente. De este modo, el mundo social capturado en páginas web personales, en relación a la formación de impresiones (valoraciones sobre la simpatía) y al manejo de impresiones (expresividad y revelación), tiene importantes analogías con el mundo social reflejado en una primera interacción interpersonal. Esta investigación tiene implicaciones importantes para el conocimiento científico actualizado acerca de la formación de impresiones.

A todas luces, los perceptores sociales tienen información cualitativamente diferente para emitir una opinión cuando se les enseña una página web que al encontrarse en una interacción social cara a cara. Es probable que los perceptores sociales se apoyen en los mismos procesos y heurísticos que se usan en la Web para la emisión de juicios basados en primeras impresiones, incluso teniendo en cuenta las diferencias sustanciales del medio en que se basan estas valoraciones. Una de las señales relevantes para las impresiones formadas en tiempo real y en la Web es la expresividad social; aunque hay, por necesidad, diferencias cualitativas en cómo se expresa en los dos entornos sociales, las personas que exhiben expresividad no verbal en la interacción social en tiempo real también la exhiben en sus páginas web personales.

Por lo tanto, pese a que entre las interacciones sociales y las páginas web personales hay diferencias cualitativas, por lo general, existen importantes analogías sociales entre las dos fuentes de información social. En conclusión, el mundo social online no puede ser tan diferente de la interacción social en tiempo real. Sin duda existe cierta utilidad en la valoración de las páginas web personales con el fin de elegir citas, amigos y empleados que nos parezcan agradables.

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Fundación Universitaria Behavior & Law – Club del Lenguaje no Verbal

Traducción y edición: Leticia Moreno

Los músculos faciales revelan el engaño. Club Lenguaje No Verbal.
Los músculos de la cara revelan el engaño. Club Lenguaje No Verbal.

Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje no Verbal, en esta ocasión les ofrecemos un resumen del artículo «Darwin el detective : contracciones observables de los músculos faciales revelan mentiras emocionales trascendentes» de los autores Leanne ten Brinke, Stephen Porter y Alysha Baker de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) que nos acerca una vez más al apasionante tema de la detección de mentiras mediante los gestos faciales.

Entre algunas de sus afirmaciones, Darwin (1872) argumentó que las expresiones emocionales se heredan, manifestaciones involuntarias de nuestro estado interior. Además, de todos los canales a través de los cuales las señales emocionales pueden expresarse, consideró el rostro como el principal. En promedio, las personas mienten dos veces al día; las razones más comunes incluyen el altruismo, el manejo de impresiones, o el beneficio personal del mentiroso. Tal engaño a menudo tiene éxito; los observadores son capaces de determinar si una persona dice la verdad o si una expresión facial particular es verdadera o falsa. Sin embargo, la poderosa motivación por parecer creíble, junto con la complejidad de crear y mantener una mentira consecuente, puede conducir a una mayor filtración de señales conductuales y a la probabilidad de detección en contextos determinantes.

Darwin sugirió que algunos movimientos de los músculos faciales asociados con la emoción no pueden ser completamente inhibidos a pesar de los esfuerzos realizados por el poseedor de la emoción. Propuso además que el intento de contraer ciertos músculos faciales durante la simulación emocional sería un fracaso. En conjunto, estas proposiciones forman la hipótesis de la inhibición. Porter y ten Brinke (2008) revelaron que es más probable que ocurran filtraciones sutiles de emociones en las expresiones simuladas. Asimismo, un reciente estudio de seguimiento descubrió que la verdadera emoción es particularmente difícil de suprimir, y es más probable que se manifieste a través de la cara cuando es fuerte, en relación con estados emocionales más débiles.

Dados los limitados recursos cognitivos existentes y la dificultad para realizar las múltiples tareas necesarias durante el engaño, se plantea que la filtración emocional ocurre probablemente cuando la mentira es compleja y/o relacionada con una emoción fuerte que se oculta o falsea. Concretamente, se prevé que los músculos faciales menos sometidos al control voluntario tenderán a fallar. Por lo tanto, serán los músculos faciales superiores los primeros en fallar durante el engaño emocional.

En el primer estudio que examina las señales faciales de engaño en la vida real, engaño emocional trascendente, se han analizado los comportamientos grabados en vídeo de una gran muestra internacional de individuos implorando públicamente el regreso de un familiar desaparecido, la mitad de los cuales se determinó más tarde habían asesinado al familiar antes del llamamiento público. Sin embargo, los resultados de este estudio no permitieron alcanzar conclusiones definitivas precisamente sobre qué músculos fallaron en los imploradores que mentían. El estudio actual investiga por primera vez los músculos faciales que son menos susceptibles al control voluntario durante el engaño emocional trascendente. Se analizó la activación muscular asociada con tristeza, felicidad y sorpresa (frontalis, corrugator supercilii, orbicularis oculi, zygomatic major, y depressor anguli oris) en los llamamientos en televisión por el regreso de un familiar, un nuevo paradigma en el estudio del engaño trascendente.

La expresión de las emociones a menudo se manipula conscientemente para facilitar el engaño y puede tener importantes consecuencias cuando no se detecta. A pesar de que a veces se logra el engaño emocional, las señales conductuales pueden desenmascarar la falsa cara en situaciones cognitivamente exigentes. La hipótesis de la inhibición de Darwin, junto con el conocimiento de la inervación facial y las limitaciones cognitivas, parece ser un conciso resumen de la conducta facial de engaño en este contexto. En particular, se previó que el «fallo muscular»de la frente, bajo un control cortical limitado, revela la falsa cara.

De este modo, cuando los asesinos que mentían intentaron replicar los gestos faciales de tristeza de la parte superior, su activación del frontal fue con frecuencia exagerada. Los imploradores que mentían también eran más propensos a mostrar una activación del cigomático mayor que los imploradores verdaderamente afligidos. A diferencia de los asesinos embusteros, los imploradores auténticos mostraron una activación de los músculos asociados con la aflicción innata interculturalmente relacionados con la tristeza y sobre los que se planteó la hipótesis de que servían para algún beneficio funcional así como para facilitar la comunicación humana.

Por otra parte, este hallazgo revela que los imploradores que mentían fueron incapaces de mantener la activación del músculo superior de la cara, supuestamente debido a su reducida conectividad cortical y a otros estímulos que limitan el control cognitivo sobre esta contracción. En resumen, la presencia de gestos faciales innatos relacionados con la tristeza es un indicador fiable de auténticos sentimientos de aflicción y sinceridad en llamamientos públicos.

Por lo tanto, mientras que la cara no representa la “panacea” en la detección de mentiras, el análisis de los gestos faciales puede combinarse con otros indicadores de engaño para documentar las predicciones de credibilidad. Este estudio utilizó un nuevo paradigma para afrontar la falta de investigación sobre el engaño trascendente en la vida real, para apoyar el enfoque de la filtración emocional bajo una carga cognitiva. De hecho, estos hallazgos sostienen la idea de que el rostro humano está marcado por su propia historia y los intentos de ocultar las emociones en un acto engañoso probablemente fracasen.

Si quieres saber más sobre el comportamiento no verbal y su aplicación, visita nuestro Máster en Comportamiento No Verbal y Detección de la Mentira. También puedes seguir leyendo artículos de comportamiento no verbal en nuestro blog de Comportamiento No Verbal.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club del Lenguaje no Verbal

Traducción y edición: Leticia Moreno

Comunicación Táctil, Cooperación y Rendimiento. Club Lenguaje No Verbal
Comunicación Táctil, Cooperación y Rendimiento. Club Lenguaje No Verbal

Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje no Verbal, esta semana les proponemos el resumen del artículo “Comunicación táctil, Cooperación y Rendimiento: Un Estudio etológico de la NBA” de los autores Michael W. Kraus, Cassy Huang y Dacher Keltner de la Universidad de California (EE.UU.) que trata sobre la comunicación a través del contacto físico.

El tacto es el sentido más desarrollado al nacer, y es lo que precede al lenguaje en la evolución de los homínidos. Con un breve toque de 1 segundo en el antebrazo, se pueden comunicar emociones prosociales esenciales para la cooperación dentro de los grupos; gratitud, simpatía y amor, con tasas de precisión siete veces mayores al azar. El contacto también promueve la confianza, un componente esencial de los lazos de cooperación a largo plazo. En este artículo se han probado dos hipótesis. En primer lugar, que el contacto al principio de la temporada es un predictor tanto del rendimiento individual como del equipo más adelante en la temporada. En segundo lugar, que el contacto es un mejor predictor del rendimiento del equipo gracias al incremento de conductas de cooperación entre los compañeros de equipo.

Una de las principales funciones del contacto es que promueve la confianza y la cooperación. La confianza es un elemento fundamental de las relaciones interpersonales, y el contacto es un poderoso facilitador de la confianza entre los miembros del grupo. Así pues, el contacto entre jugadores conduce al aumento de la cooperación y la confianza mutua. El contacto reduce igualmente la sensación de amenaza. En vista de cómo el contacto asegura y promueve inferencias de cooperación y confianza, se deduce que el contacto incrementa las conductas cooperativas dentro de los grupos, que a su vez permite un mejor rendimiento del grupo. Por lo tanto, el contacto debería predecir mayores acciones interdependientes y de cooperación entre compañeros de equipo que son esenciales para el funcionamiento del grupo.

Respecto al contexto de este estudio, rendimiento de equipos de la NBA, se prevé que el aumento del contacto entre compañeros de equipo es predictor de un mayor rendimiento, y que la asociación entre contacto y rendimiento podría estar mediada por el alcance de la implicación de los compañeros de equipo en conductas de cooperación. En la presente investigación, se ha probado este enunciado a través un estudio etológico longitudinal del contacto y rendimiento de equipos de la NBA. Más concretamente, se examinó si el contacto observado durante un partido al principio de la temporada será predictor de una mayor cooperación y rendimiento individual y de equipo a lo largo de la temporada. Para documentar con más precisión la relación entre contacto, cooperación y rendimiento del grupo, se controlaron el nivel del jugador, las expectativas de pretemporada, y el rendimiento al principio de temporada.

De acuerdo con la primera hipótesis planteada, el incremento de contacto observado al inicio de la temporada sería un predictor del aumento del rendimiento individual y de equipo durante toda la temporada. Para probar esta hipótesis, se examinó primero la relación entre contacto y rendimiento teniendo en cuenta el nivel del jugador, las expectativas de pretemporada, y el rendimiento al inicio de la temporada. En primer lugar, se analizó la relación entre contacto individual y rendimiento considerando el salario del jugador, ya que los individuos más ricos y poderosos tienden a tocar más. En general, el contacto al inicio de temporada predice el desempeño independientemente del salario del jugador. También es posible que la asociación entre contacto al principio de la temporada y rendimiento total de la temporada se deba a las expectativas sobre el probable éxito del equipo antes del comienzo de la temporada.

Según la hipótesis planteada, el contacto sigue siendo predictor del rendimiento del equipo, incluso después de tener en cuenta las expectativas de pretemporada de los ejecutivos de la NBA y de los analistas de TV. Asimismo, es posible que el contacto al inicio de temporada varíe según el rendimiento durante el partido en el que se codificó el contacto, y que la asociación entre contacto y rendimiento en la totalidad de la temporada sea simplemente un subproducto de la asociación de este único partido. El contacto es un predictor del desempeño individual durante toda la temporada, incluso después de considerar el rendimiento al inicio de temporada. Por lo tanto, se prevé que el contacto siga siendo un predictor del rendimiento del equipo incluso después de tener en cuenta el nivel, las expectativas de pretemporada y el rendimiento. En este análisis, el salario del equipo y las expectativas de los ejecutivos de la NBA siguen siendo asimismo predictores del rendimiento del equipo.

El principal problema de esta investigación fue determinar si el contacto es predictor de un mayor rendimiento promocionando la cooperación entre compañeros de equipo. En este análisis de mediación, se prevé que la cooperación entre los compañeros de equipo explique por completo la relación entre contacto y rendimiento del equipo durante toda la temporada. En general, los resultados muestran que el contacto indica cooperación entre compañeros de equipo, que a su vez, predice el rendimiento de la temporada. Otra manera de mostrar que el contacto es un predictor de mayor rendimiento, y que esta relación se explica por el comportamiento cooperativo, es examinando el rendimiento en los partidos inmediatamente posteriores al partido en el que se codificó el contacto. Con ese fin, se analizó el contacto en los equipos con un historial de victorias frente a equipos con un historial de derrotas en los siguientes cinco partidos inmediatamente posteriores al partido codificado. Los equipos que registraron victorias tras el partido codificado tuvieron más contacto que los equipos derrotados.

En este estudio etológico del contacto físico en los partidos de la NBA, se ha demostrado que el contacto es crucial para predecir el rendimiento en grupos competitivos. Asimismo, en consonancia con la teorización acerca de la función cooperativa del contacto, los análisis de mediación mostraron que el contacto es un predictor del desempeño fomentando la cooperación entre compañeros de equipo. Es importante tener en cuenta que este estudio evaluó los patrones de contacto físico en grupos competitivos concretos, equipos de la NBA. En una línea similar, el enfoque etológico de la presente investigación deja abierta la posibilidad de interpretaciones alternativas de los resultados, no consideradas en el presente análisis. Esta investigación plantea que el contacto puede potenciar el rendimiento del grupo durante la competición aumentando la cooperación y el rendimiento. Además de asegurar y comunicar emociones, la presente investigación proporciona alguna de las primeras evidencias empíricas que muestran que el contacto mejora el rendimiento grupal mediante la cooperación. El acto de chocar las manos y los puños dice mucho acerca del estilo de cooperación de un equipo, y si ese equipo gana o pierde.

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Fundación Universitaria Behavior & Law – Club del Lenguaje no Verbal

Traducción y edición: Leticia Moreno

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Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje no Verbal, esta semana les proponemos el resumen del artículo “Posturas de poder frente a roles de poder: ¿Cuál es la correlación aproximada entre pensamiento y comportamiento?” de los autores Li Huang y Adam D. Galinsky de la Universidad Northwestern (EE.UU.) y, Deborah H. Gruenfeld y Lucía E. Guillory de la Universidad de Stanford (EE.UU.) que versa sobre los roles y la postura corporal.

En este estudio se han llevado a cabo tres experimentos que exploran el impacto de la postura corporal y el rol jerárquico en las demostraciones de poder. El rol jerárquico y la postura corporal han sido manipulados de forma independiente y se han examinado sus efectos en dos de las consecuencias más importantes a nivel individual del poder, la acción en el comportamiento y la abstracción en el pensamiento. El poder puede definirse como el control asimétrico sobre los recursos valorados en las relaciones sociales. Puede derivarse de muchas fuentes y puede determinarse en cualquier situación dada por las relaciones interpersonales específicas y los recursos valorados.

Una fuente de poder es el papel o rango de un individuo dentro de la jerarquía de una organización; a menudo denominado poder legítimo. El rol jerárquico se asocia con el poder de premiar o castigar. La investigación ha indicado que desempeñar un rol de poder tiene efectos dramáticos sobre el pensamiento y la conducta. Tener asignado el rol de directivo en una organización simulada o real conduce a la gente a actuar y tomar riesgos, a esforzarse en las tareas, y a pensar de manera más abstracta y optimista. Por otra parte, las tendencias cognitivas y conductuales asociadas con el poder se activan cuando las personas desempeñan roles de alto poder o incluso cuando simplemente recuerdan una experiencia de rol de poder.

Investigaciones recientes sugieren que el estado psicológico de poder radica no sólo en los roles jerárquicos, sino también en el cuerpo. De hecho, la receptividad corporal en adultos se relaciona positivamente con la dominación. Entre las especies, el poder se expresa e infiere a través de posturas expansivas. Con respecto a los seres humanos, la investigación ha encontrado asimismo que las posturas expansivas provocan sentimientos relacionados con el poder, la cognición y la conducta, así como con cambios en niveles hormonales que normalmente se asocian con un alto cargo. Los hallazgos plantean que la adopción de una postura expansiva conduce a percepciones, comportamientos, e incluso a respuestas fisiológicas que son normalmente observados en individuos que poseen un rol de poder.

Numerosos hallazgos muestran que el rol de poder y las posturas expansivas van generalmente de la mano: desempeñar un rol de alto poder conduce a posturas corporales expansivas, y los individuos que adoptan estas posturas a menudo actúan como si estuvieran al mando o son percibidos por los demás como poseedores de poder. Sin embargo, el rol de poder y la postura física pueden diferir. De hecho, las expresiones corporales de los jefes no siempre corresponden con sus roles jerárquicos. El hecho de que las posturas físicas y los roles jerárquicos no se correspondan siempre ha llevado a cuestionarse si el rol de poder y la postura tienen que ser congruentes entre sí para influir en el pensamiento y la conducta, o si tienen efectos independientes. En consecuencia, la postura del cuerpo puede ser uno de los correlatos más aproximados de comportamiento y por lo tanto puede tener una influencia más directa que el rol en conductas relacionadas con el poder. Parece plausible que la expansividad del cuerpo tiene un efecto directo sobre el comportamiento igual que otras sensaciones corporales (por ejemplo, el dolor).

Así pues, se plantea que la expansividad del cuerpo es uno de los correlatos más aproximados de comportamiento y en consecuencia activa la conducta de poder de forma rápida y directa. En los tres experimentos que se han realizado, en concreto, se ha puesto a prueba la hipótesis de que la postura tiene un efecto más significativo que el rol jerárquico en dos de las consecuencias más importantes de poder, tendencias de acción y pensamiento abstracto. En los dos primeros experimentos se manipuló el rol de poder a través de tareas de dirección-subordinación así como el poder representado a través de posturas expansivas y constreñidas. En el último estudio, se comparó el poder recordado con el poder representado haciendo que los participantes recordaran verbalmente una experiencia en la que tenían un alto o bajo poder, mientras variaba su postura.

En el experimento 1 se examinó si la postura (expansiva frente a constreñida) y el rol jerárquico (alto poder frente a bajo poder) activaban implícitamente el constructo de poder y afectaban a la sensación explícita de poder. Finalmente, se estableció que afectan de forma independiente a la sensación de poder, y que solo la postura afecta a la activación implícita de poder. El experimento 2 fue diseñado para probar los efectos que la postura y el rol podrían tener en el pensamiento y la conducta. Para ello se examinaron dos grandes tipos de efectos que posee el poder: la abstracción en el pensamiento y la acción en comportamiento.

Tal y como se ha mencionado anteriormente, el poder no sólo se encuentra en roles y posturas, sino también en la mente, a través de los recuerdos y experiencias pasadas. El recuerdo de la experiencia de desempeño de un papel de alto poder lleva a pensar y a comportarse como si se desempeñara actualmente ese rol. El experimento 3 fue diseñado para replicar el efecto diferencial de la postura en la acción pero con el rol de poder manipulado mediante el recuerdo de una experiencia pasada de rol de poder.

En los tres experimentos, la postura importó más que el rol en la determinación del pensamiento y del comportamiento. Al comparar el desempeño con el recuerdo de la experiencia de un rol de alto poder, el rol representado tuvo efectos más fuertes en dos de las consecuencias clave mencionadas antes. La investigación reciente sugiere que la expansividad de la postura puede producir cambios neuroendocrinos, activar la sensación de poder, y provocar cambios en el comportamiento. Los experimentos amplían significativamente estos hallazgos al mostrar que la postura en realidad tiene un efecto más relevante que el rol de poder en las demostraciones conductuales y psicológicas de poder.

Para pensar y actuar como una persona con poder, no es necesario poseer un rol de poder o recordar el desempeño de ese rol. Por lo tanto, teniendo en cuenta los resultados anteriores sobre los efectos del rol de poder en la acción y la abstracción, es sorprendente que no se hayan encontrado efectos directos de estas variables. La estrecha relación entre la postura de expansión y el poder puede estar fuertemente relacionada con individuos que «silencian» el efecto del rol cuando las posturas están suficientemente destacadas. Las investigaciones anteriores en otras áreas también parecen apoyar el predominio del cuerpo. Los resultados de este estudio plantean asimismo que el cuerpo tiene una conexión más estrecha con muchos procesos psicológicos importantes. El cuerpo parece ser el correlato más aproximado de comportamiento de poder.

Estos experimentos son los primeros en comparar los efectos de diferentes fuentes de poder en la acción y la abstracción. A pesar de los hallazgos consistentes sobre los mayores efectos de la postura, las investigaciones futuras deberían analizar los contextos en los que el rol pueda superar a la postura. Además, dado que la postura y el rol suelen ser coherentes entre sí, las investigaciones futuras deberían explorar si la adopción de posturas expansivas en roles de bajo poder lleva a reaccionar de forma negativa por no saber cual es su sitio y si las interacciones entre un jefe con una postura de constricción y un subordinado con una postura expansiva son embarazosas. Los resultados actuales sugieren que si se quiere predecir cómo actuarán las personas en un momento dado, puede tener sentido observar su postura en lugar de su cargo.

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Fundación Universitaria Behavior & Law – Club del Lenguaje no Verbal

Traducción y edición: Leticia Moreno

El 93% de la comunicación es No Verbal… ¿Mito o realidad? Club Lenguaje No Verbal.
El 93% de la comunicación es No Verbal… ¿Mito o realidad? Club Lenguaje No Verbal.

Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje No Verbal, esta semana tenemos el placer de ofrecerles un resumen del artículo «El 93% de la comunicación es No Verbal… ¿Mito o realidad?» de los autores Rafael López Pérez, Alicia Martos Garrido y Ana Sutil Gutiérrez de la Fundación Universitaria Behavior & Law (España). Ante la petición y el desconocimiento generalizado sobre las investigaciones de Mehrabian y la gran cantidad de errores sobre éstas que circulan en la red, los autores han decido realizar un artículo resumiendo el origen y la realidad de sus investigaciones.

Es necesario remontarse al año 1967 para descubrir, el origen del famoso porcentaje en los estudios sobre comportamiento no verbal del psicólogo Albert Mehrabian, conocido por su trabajo pionero en el campo de la comunicación no verbal. Llevó a cabo experimentos sobre actitudes y sentimientos y encontró que en ciertas situaciones en que la comunicación verbal es altamente ambigua, solo el 7 por ciento de la información se atribuye a las palabras, mientras que el 38 por ciento se atribuye a la voz (entonación, proyección, resonancia, tono, etc.) y el 55 por ciento al lenguaje corporal (gestos, posturas, movimiento de los ojos, respiración, etc.). Dando lugar a la conocida “regla 7%-38%-55%”.

En el primer estudio que realizó con Morton Wiener, se dedicó a investigar cómo la gente juzga los sentimientos del emisor cuando éste dice algo incompatible con el tono de voz utilizado. Mehrabian quería saber qué era más importante el contenido (las palabras) o el tono. En el experimento participaban dos locutoras, mujeres, que debían leer 9 palabras diferentes. Cada una de ellas en un tono diferente (positivo, neutral y negativo). A continuación, se les pedía a los participantes que escucharan las grabaciones y calificaran el grado de actitud positiva del hablante. Los resultados indican que cuando la actitud comunicada por el contenido contradice la actitud comunicada por un tono negativo, todo el mensaje se juzga en base a una actitud negativa. Por lo tanto, el tono usado al hablar es más importante y significativo que las propias palabras individuales.

El segundo experimento se llevó a cabo con Susan Ferris y trataba asimismo, de cómo la gente juzga los sentimientos del emisor. Pero, esta vez, en lugar de buscar la importancia del tono frente al contenido, Mehrabian y Ferris buscaron la relativa trascendencia del tono frente a la expresión facial. En esta ocasión, tres tonos de voz (grabaciones de tres locutoras pronunciando la palabra «quizás» de tres maneras diferentes) se combinaban con tres expresiones faciales (fotos de tres modelos femeninos). Hallaron que las expresiones faciales fueron aproximadamente 1,5 veces más importantes que el tono de voz juzgado por la actitud del emisor. Al final de su último trabajo de investigación, Mehrabian y Ferris intentaron integrar los resultados de ambos experimentos. Ambos autores manifestaron que el supuesto efecto combinado de forma simultánea entre: comunicación verbal (emociones y sentimientos), vocal (entonación, proyección, tono, énfasis, pausas, ritmo, etc.) y facial (gestos, posturas, mirada, movimiento, respiración, etc.), será una suma ponderada de sus efectos independientes, con los coeficientes de .07, .38 y .55 respectivamente.

Mehrabian siempre ha sido consciente de las limitaciones de sus estudios respecto a su aplicación. Según el mismo afirmó las conclusiones referentes a la relativa aportación del componente tonal de un mensaje verbal, pueden ser generalizadas solamente para situaciones comunicativas en las cuales no existe información adicional acerca de las relaciones entre el emisor y el receptor. Mehrabian deja claro que su fórmula solo se aplica cuando están en juego sentimientos o actitudes. Por lo tanto, no será válida en otras situaciones. En consecuencia, es difícil llegar a conclusiones a partir de estos experimentos. Algunos investigadores han criticado la metodología de sus estudios: 1. Sólo utilizan dos o tres personas como emisores. 2. No tienen en cuenta el grado en que los altavoces reproducen el tono requerido de voz. 3. Se trata de situaciones artificiales, sin contexto. 4. El modelo de comunicación en el que se basaron, ahora se ha demostrado que es demasiado simple. 5. No tienen en cuenta las características de los observadores que realizan los juicios. 6. El propósito de los experimentos no se oculta a los participantes.

En 1977 Archer y Akert afirmaron que: esta conclusión se apoya en una base experimental altamente específica, el uso de secuencias naturales de comportamiento nunca se ha abordado de manera más general. Según Krauss, Apple, Morency, Wenzel y Winton (1981), los estudios de Mehrabian se basan en el supuesto de que la persona estímulo es capaz de comunicar “expresión facial y contorno vocal” en aquello que es identificado por otros como la representación específica afectiva (sentimientos). Teniendo en cuenta que la información afectiva no se transmite a través de un canal concreto, no es muy probable que el canal influya en la percepción de afecto o sentimientos. Walbott y Scherer (1986), valoran el problema de los resultados naturales “estímulo material” para considerarlos en estos experimentos. Según estos autores la naturalidad se ve afectada puesto que los emisores reciben material verbal estándar y se les pide pronunciarlo con varios significados emocionales por un micrófono.

Al resultar una situación bastante atípica, sobre todo para actores no profesionales, es difícil obtener representaciones emocionales realistas. Así pues, Walbott y Scherer diseñaron un experimento para comprobar esas diferencias entre los emisores utilizando actores profesionales. Sus hallazgos mostraron que existían grandes diferencias en las habilidades para expresar emociones particulares. Jones y LeBaron (2002), en relación a los estudios de mensajes verbales y no verbales en la década de 1960 señalan que en general estas investigaciones se basaron en un modelo de “adición o suma del canal”. Más adelante se demostró que este modelo era demasiado simple. Jeremy Dean, estudiante de Doctorado en Psicología y psychology blogg declaró que una de las críticas más destacables está relacionada con las “características de la demanda” (cuando los participantes en un experimento actúan de la forma que ellos piensan que el experimentador quiere que actúen). Generalmente la gente tiende a actuar de forma complaciente y en consecuencia no lo hacen de manera espontánea.

En conclusión, las palabras, la voz y el cuerpo tienen que ser coherentes entre sí. Esta incoherencia puede ser percibida, de ser así es menos probable que la gente se crea lo que se está diciendo. En cuanto a la fórmula, es aplicable «exclusivamente» cuando: 1. La conversación es de índole emocional (sentimientos y actitudes) 2. Cuando surge en este proceso una incongruencia entre lo verbal y lo no verbal (primando en este caso la comunicación no verbal).

Si quieres saber más sobre el comportamiento no verbal y su aplicación, visita nuestro Máster en Comportamiento No Verbal y Detección de la Mentira. También puedes seguir leyendo artículos de comportamiento no verbal en nuestro blog de Comportamiento No Verbal.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club de Ciencias Forenses

Edición: Leticia Moreno

Proxémica entre culturas. Club Lenguaje No Verbal.
Proxémica entre culturas. Club Lenguaje No Verbal.

Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje no Verbal, esta semana os proponemos un resumen del artículo «Introducción a la proxémica entre las culturas» de los autores Natalia Borysenko y Petro Borysenko de la Universidad Pedagógica Estatal de Pereyaslav Khmelnytsky (Ucrania) en el que se aborda interesante tema de la proxémica.

En muchos casos, cuando se viaja al extranjero, se encuentran peculiaridades de la cultura de acogida que pueden parecer extrañas, inquietantes, o incluso hostiles. Tales características provocan respuestas que pueden estar muy alejadas de las que se consideran adecuadas. Se pueden superar esas reacciones negativas adaptándose suave y eficazmente a la cultura del país anfitrión. La mejor manera de hacerlo es aprender las desconocidas particularidades de la cultura de acogida y llegar a entenderse o incluso a hacer amistad. La mayoría de los hablantes y/u oyentes no son conscientes del hecho de que, en realidad, la comunicación no verbal envía y recibe mensajes de muchas maneras tanto voluntaria como involuntariamente sin recurrir al lenguaje verbal. Cada elemento de la comunicación no verbal tiene su propio código estrechamente relacionado con la cultura que representa.

A fin de comprender el mensaje no verbal del hablante nativo de esa cultura, hay que ser capaz de descodificar esos elementos de la comunicación no verbal. Uno de los medios de comunicación no verbal que a menudo se pasa por alto, pero que es muy importante para controlar las interacciones cotidianas es la proxémica (o proxemia). Acuñado por el sociólogo Edward T. Hall a principios de los 60, el término hace referencia al estudio de como nos comunicamos unos con otros a través del espacio. La proxémica también se refiere a la forma en que el espacio personal está estructurado, incluyendo el espacio dentro de las habitaciones, edificios, recintos y ciudades, o la distancia entre las personas durante una conversación o interacción. Hall ha distinguido cuatro distancias en la proxémica, teniendo cada una de ellas fases cercanas y lejanas:

  1. Distancia íntima, desde 15 cm en la fase cercana y de 15 a 45 cm en la fase lejana. Esta distancia se utiliza generalmente con amigos cercanos y familiares.
  2. Distancia personal, que puede variar de 45 a 76 cm en la fase cercana y de 76 a 121 cm en la lejana. Dicha distancia se puede observar normalmente en conversaciones informales con amigos.
  3. Distancia social/socio-consultiva, que varía de 1,21 a 2,13 m en la fase cercana y de 2,13 hasta 3,65 m en la lejana. Se utiliza principalmente para los negocios y las reuniones sociales.
  4. Distancia Pública, que puede variar desde 3,65 hasta 7,62 m en la fase cercana y de 7,62 m o más en la fase lejana. Se suele establecer alrededor de figuras públicas importantes o durante actos públicos.

Cuando las personas no son conscientes de estas distancias y de sus significados, las transgresiones pueden ocurrir como resultado de la tensión y la desconfianza. Las preferencias espaciales varían cuando las personas son de diferentes edades, generación, clase social, género, etc. Por otra parte, se ha podido observar que la gente de las ciudades tiene tendencia a arrimarse a los demás a fin de acortar las distancias, mientras que la gente del campo se mantiene tan separada que debe inclinarse hacia adelante para poder estrechar las manos. El temperamento de los interlocutores también influye en la distancia entre ellos. Así, los extrovertidos suelen mantener distancias más cortas que los introvertidos. Estudios recientes han demostrado que el espacio entre interlocutores puede relacionarse directamente con la interpretación o el significado de los mensajes procedentes del emisor.

Las cuatro distancias proxémicas varían dependiendo de la cultura. Por ejemplo, cuanto más de contacto es una cultura, menor distancia se requiere en la comunicación y cuanto menos de contacto es, mayor sera la distancia en la comunicación. Los árabes, los latinoamericanos, y los italianos, como representantes de las culturas de alto contacto están acostumbrados al alcance de la distancia personal en la comunicación, que equivale a la distancia íntima en las culturas de bajo contacto tales como la americana, la canadiense, la norte-europea y la asiática. No es de extrañar, por tanto, que durante una comunicación un argentino se vaya acercando cada vez más para sentirse cómodo, y un noruego inconscientemente se aleje. En Arabia Saudita, una persona puede encontrarse prácticamente nariz con nariz con un socio de negocios porque el espacio social árabe equivale al propio espacio íntimo.

La proxémica también se aplica a todas las cosas materiales que nos rodean, a la forma en la que esas cosas están dispuestas tanto en el exterior como en el interior, reflejando nuestras actitudes culturales, preferencias y posibilidades. Por ejemplo, para los japoneses cuyo territorio es relativamente pequeño, el espacio es un bien escaso. El otro problema en la proxémica entre las culturas es como de estricta es una cultura hacia las relaciones íntimas en público. Mientras que en Estados Unidos, Canadá, y Europa es aceptable que un hombre y una mujer establezcan entre ellos un contacto íntimo en público, sin embargo en algunos países de Oriente, como la India y Pakistán, las mujeres no pueden comportarse tan libremente con los hombres.

La interacción entre la proxémica y la comunicación es bastante compleja. Al variar enormemente entre culturas, el uso del espacio es una fuente continua de malas interpretaciones en la comunicación intercultural. Los comunicadores hábiles saben cómo utilizar el espacio para su beneficio influyendo en el comportamiento de los demás y descodificando los mensajes que les envían los demás a través de su uso del espacio. La transgresión de las reglas de la proxémica hace que los demás se sientan incómodos impidiendo de este modo la comunicación.

Al advertir y reconocer estas diferencias culturales se mejora el entendimiento intercultural y se ayuda a eliminar el malestar, se puede sentir de esta manera si la distancia interpersonal es demasiado grande («distante») o demasiado pequeña (invasiva). Hoy en día, todavía es complicado seguir firmemente las «leyes» de la proxémica en la comunicación entre culturas, porque las definiciones del espacio varían mucho entre los representantes de las diferentes culturas, y pueden asimismo ser malinterpretadas por los individuos que comparten una misma cultura, pero que tienen diferentes edades, creencias y experiencias.

Si quieres saber más sobre el comportamiento no verbal y su aplicación, visita nuestro Máster en Comportamiento No Verbal y Detección de la Mentira. También puedes seguir leyendo artículos de comportamiento no verbal en nuestro blog de Comportamiento No Verbal.

Fundación Universitaria Behavior & Law – Club del Lenguaje no Verbal

Traducción y edición: Leticia Moreno

Expresión de las emociones negativas a través de las expresiones faciales entre las culturas. Club del Lenguaje No Verbal.
Expresión de emociones negativas a través de las expresiones faciales entre las culturas. Club del Lenguaje No Verbal.

Estimados suscriptores y seguidores del Club del Lenguaje no Verbal, esta semana os presentamos el artículo «Expresión de las emociones negativas a través de las expresiones faciales entre las culturas» de los autores Ray Marks y Mirtha Ladaira de la Universidad de Columbia (EE.UU.) que trata de la expresión de emociones.

Se puede influir en la reacción positiva o negativa de otra persona simplemente usando expresiones faciales. Identificar emociones a través de las expresiones faciales es difícil, porque en las distintas culturas se expresan las emociones de forma diferente. Así como diferentes culturas tienen diferentes idiomas y creencias, también difieren en la expresión facial de sus emociones, y su expresión depende  tanto de factores fisiológicos, psicológicos como ambientales. En general las expresiones faciales se manifiestan de forma inconsciente, por lo que requiere un gran autocontrol no mostrar una emoción. Las normas sociales que fomentan la obediencia a la autoridad son comunes en muchas sociedades.

Este tipo de normas determina la conducta en la infancia y es difícil de cambiar. En las sociedades colectivistas, los nuevos comportamientos son considerados negativos para los que quieren preservar su cultura, y pueden ser inaceptables, existen además normas sociales específicas para mostrar emociones. Que una expresión facial sea percibida de forma positiva o negativa en una sociedad concreta dependerá de factores tales como habilidades de enfrentamiento del individuo, autoestima, autoeficacia, y comportamiento, normas sociales, educación, estatus económico y de la sociedad en la que se vive.

El objetivo del artículo es señalar la relación de las expresiones faciales y las emociones con la salud y la investigación. Es fundamental entender el proceso evolutivo de la expresión de emociones y la importancia de las diferencias de comunicación. La emoción es la manera en la que uno se siente en una situación dada. Puede ser positiva o negativa. Los valores culturales y las normas sociales determinan como, cuando y con quien ciertas emociones pueden ser expresadas o que tipo de emociones y expresiones faciales deberían usarse para protegerse de las emociones negativas de los demás. Las emociones tambien se usan para evitar conflictos entre los miembros de una comunidad. Existen muchas formas de expresarlas (lenguaje corporal, contacto visual, tono de voz, tacto, etc.) y las culturas determinan cuales son las aceptadas y las que no. La expresión de emociones es el comportamiento verbal y no verbal observable que comunica y representa la experiencia emocional. Las expresiones faciales pueden suceder de manera consciente o inconsciente.

Por tanto, en cierto modo son controlables, lo que puede implicar varios grados de intencionalidad, que es uno de los tres componentes primarios de la emoción. Los otros dos componentes primarios son experiencia y activación. El componente secundario es el reflejo emocional. Las emociones se inician con respuestas individuales a ciertos estímulos que pueden ser positivos o negativos. Pueden ser positivas o negativas en función de los objetivos o expectativas.

El modo en el que se responde al entorno determinará la cultura, los valores, las creencias y las normas sociales. Afectará a la autoestima, a la autoeficacia y a la autopreservación. La manera en la que se expresan las emociones, cuando, con quien y donde determinará asimismo el alcance de los sentimientos positivos o negativos. La regulación emocional es el proceso de iniciación, inhibición, mantenimiento o duración de los estados internos emocionales. Se cree que es necesario regular la expresión emocional de los niños para poder enseñarles lo que está bien y lo que está mal. Por otra parte, lo que es una emoción positiva en una cultura puede ser negativa en otra, haciendo difícil identificar las emociones de los demás a través de las expresiones faciales. Una sociedad colectivista recalca la no expresión de emociones negativas, y sus miembros tratan de suprimirlas expresando sus emociones mostrando una sonrisa a pesar de los sentimientos negativos. Por el contrario, las culturas occidentales tienden a ser individualistas. Sus miembros valoran y fomentan la expresión de emociones, especialmente la expresión de emociones negativas a edades tempranas. En la edad adulta, las respuestas emocionales se vuelven naturales y la sociedad esperará ciertos comportamientos dependiendo de la situación. La expectativa de comportamiento dependerá de lo que es o no aceptable en esa cultura o sociedad.

Es importante mencionar que algunas emociones pueden no reflejar la emoción de la persona, si no más bien lo que es aceptado. Para muchos investigadores las expresiones faciales se consideran universales. Sin embargo no siempre son el reflejo emocional del estímulo. Son la respuesta a la cultura social, y a las creencias y expectativas de uno mismo o de la sociedad. La mayor parte del tiempo las personas ocultan sus sentimientos debido a las graves consecuencias. Ocultan o suprimen sus sentimientos para cumplir con sus expectativas sociales o culturales. Es posible que en muchas sociedades las reglas sociales y las expectativas de comportamiento de sus miembros tengan consecuencias, y serán juzgados por los demás en función de como se presenten. El acto de sonreír es una manera de encubrir la expresión facial o emocional real. Sin embargo, esas expresiones faciales no reconocidas pueden llevar a una mala interpretación. En el caso de los occidentales, al estar acostumbrados a expresar sus emociones sus expresiones faciales son muy evidentes.

En muchas otras sociedades, no existen esas habilidades de enfrentamiento para lidiar con expresiones emocionales. Esta forma de no expresión puede ocasionar angustia e incluso llegar a afectar a la salud. Hay que tener en cuenta que la expresión emocional de cualquier tipo tiene mucho que ver con los valores familiares y otros factores ambientales. Esos factores pueden ser similares y pueden hacer posible identificar o reconocer expresiones faciales de otras culturas, y aunque aún no se tenga la capacidad de reconocerlas, todavía se puede usar su influencia para evocar emociones. Aun así las expresiones faciales emocionales no son fácilmente reconocibles dados los muchos factores que entran en juego que las hacen difíciles de clasificar.

Las emociones negativas tienen configuraciones faciales específicas que son únicas y tienen un código de valor universalmente reconocido. Muchos investigadores creen que las emociones negativas se desarrollaron porque promovían determinadas acciones en situaciones terribles que favorecían las posibilidades de sobrevivir y propiciaban futuras generaciones. Tratar de equiparar todas las expresiones faciales universalmente es como intentar eliminar la singularidad de las diferentes culturas. No siempre se expresan las verdaderas emociones con la expresión facial, en vez de eso los occidentales muestran expresiones faciales que les permiten sobrevivir y obtener lo mejor de una situación para mantener el bienestar.

Hoy en día, la sociedad está en constante cambio y a medida que se va haciendo más culturalmente diversa, se hace más difícil para los profesionales de la salud proporcionar cuidados sanitarios de calidad a quienes tienen un origen cultural diferente. Los profesionales de la salud y los educadores deben ser conscientes de los valores culturales para acercarse a las culturas y desarrollar programas preventivos o de sensibilización. Necesitan ser capaces de dirigirse a las comunidades afectadas por determinadas enfermedades o considerar las enfermedades que puedan aparecer en ciertos grupos o comunidades para evitar la propagación.

Una de las implicaciones fundamentales para entender la relación entre las expresiones faciales emocionales y el estado de salud es que los trabajadores del sistema sanitario podrían malinterpretar los síntomas, las necesidades, o no ser capaces de entender o comunicarse correctamente con los pacientes. Debido a que muchos de ellos no son conscientes de las diferencias culturales, de los comportamientos ni del significado de las expresiones faciales de sus pacientes, es posible que no obtengan los servicios que están reclamando. En el futuro deberían realizarse más investigaciones sobre expresiones faciales con enfermos de cáncer, ancianos o enfermos del corazón para obtener mejores tratamientos como resultado de una mejor comunicación. Es igualmente importante investigar sobre la manifestación de emociones y expresiones faciales en niños con dificultades en el habla.

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