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Amigos del Club de Lenguaje No Verbal, esta semana presentamos el artículo “One is all you need: intrahemispheric processing benefits nonverbal visual recognition” de Macbeth A. y Chiarello c. (2019), en el cual se analiza el procesamiento de información no verbal y el rendimiento en reconocimiento de tal información en función del hemisferio cerebral implicado en estos procesos.

Muchas habilidades cognitivas exhiben algún grado de lateralización cerebral. Muchos habremos escuchado que el hemisferio derecho es el creativo, el emocional e intuitivo, así como no verbal. Asimismo, el hemisferio izquierdo se presenta a menudo como el área cerebral encargado del lenguaje y del razonamiento.

Uno de los procesos que podrían ser lateralizados es la memoria, tanto a la hora de codificar información como de recuperarla. Es decir, si consideramos que el hemisferio izquierdo esté especializado en material verbal, sería lógico esperar que la codificación y recuperación (recuerdo libre o por reconocimiento) de dicho material ocurra mayoritariamente en ese hemisferio.

Las investigaciones previas se enfocaron en la codificación y recuperación por separado y, hasta el momento, no se han analizado estos procesos en conjunto. Por eso, no existe una interpretación clara de si ambos hemisferios pueden encargarse de ambas funciones de manera equivalente o hay algún tipo de lateralización para codificación y recuerdo.

El modelo HERA (Hemispheric Encoding/Retrieval Asymmetry) sugiere que el córtex prefrontal izquierdo está más activo durante la codificación de la memoria episódica. Asimismo, plantea que el córtex prefrontal derecho muestra mayor actividad en la recuperación de los recuerdos episódicos.

Otros estudios mostraron que la codificación es lateralizada en función del tipo de material a codificar. Es decir, cuando se trata de información abstracta, difícil de categorizar, el hemisferio derecho se implica activamente en la codificación. Lo mismo ocurre con información espacial. En cambio, cuando se trata de estímulos verbales o información más concreta (como la numérica), es el hemisferio izquierdo el que se dedica principalmente a la codificación.

Los autores de esta investigación lo que buscan es analizar si existe lateralización, no analizando los procesos de memoria por separado, sino en conjunto. En un primer experimento, 48 estudiantes diestros, sin conocimientos lectoescritores de chino, visualizan caracteres chinos. Estos son presentados o bien en el campo visual derecho, o bien en el izquierdo. Esta presentación en un campo visual u otro determina qué hemisferio procesará más la información.

Alguna vez habremos escuchado que las personas zurdas utilizan más el hemisferio derecho y al revés. Esto sería así porque las vías motoras que conecta miembros y cerebro están cruzadas.  Lo mismo ocurre con los ojos. Todos tenemos vías visuales cruzadas (que se cruzan en el quiasma óptico) que conecta estos con los hemisferios cerebrales. Así, si un estímulo se presenta en el campo visual derecho, el procesamiento de ese estímulo debería llevarse a cabo por áreas visuales del hemisferio izquierdo y al revés.

Después de ver una serie de caracteres chinos (codificación), los participantes debían establecer en la visualización de otra serie cuáles son caracteres nuevos y cuales ya se han visto (recuperación).  A primera vista, parece que los estímulos no verbales codificados en un hemisferio se reconocen más rápido cuando se recuperan a través de los procesos del mismo hemisferio cerebral.

Así, si un estímulo se presenta en el campo visual derecho, se codifica en el hemisferio izquierdo. Si el mismo estimulo se vuelve a presentar en el mismo campo visual, se recupera de la memoria más rápido que si se presenta por segunda vez en el campo visual opuesto.

No obstante, no hubo diferencias significativas entre el rendimiento de los dos hemisferios. Es decir, parece que los procesos de codificación y recuerdo no están tan lateralizados como se pensaba. Tanto el hemisferio derecho como izquierdo son capaces de manipular material no verbal tanto codificándolo como recuperándolo de la memoria. Por tanto, el cerebro parece que puede utilizar funciones de memoria en ambos hemisferios de manera equivalente.

En un segundo experimento, participan 64 estudiantes con las mismas características que los anteriores. Lo que se busca es observar si se encontrará una ventaja intrahemisférica para los estimulo no verbales cuando el número de caracteres retenidos en la memoria hasta que se vuelven a presentar para el recuerdo es menor.

El retraso se mide en número de caracteres chinos presentados entre uno codificado y su nueva presentación para el recuerdo. Esto es así, porque la capacidad de retención en términos de números de elementos retenidos en la memoria es limitada. Sería similar observar diferencias en función de diferentes tiempos entre codificación y recuerdo. No obstante, en este caso, no se controla el tiempo.

Se vuelven a utilizar caracteres chinos y hay diferentes condiciones: 1, 4, 8 y 16 caracteres chino entre codificación y recuerdo. Es decir, si vemos un carácter A,   evaluarémos si lo hemos visto antes después de visualizar 1/4/8/16 caracteres. Todo ello con 4 variaciones en cuanto al campo visual de presentación (p. ej. derecho-codificación/derecho-recuerdo).

Los resultados mostraron varias cosas. Primero, los caracteres codificados en un campo visual se recuerdan mejor (se acierta más) y más rápido cuando se presentan para la recuperación en el mismo campo visual. Estos datos son congruentes con el primer experimento.

Segundo, sí hay un efecto del retraso temporal y del número de caracteres retenidos en el rendimiento. A más caracteres retenidos entre codificación y recuerdo, peor rendimiento. Se observaron diferencias significativas cuando la distancia entre codificación y recuerdo varia de 1 a 4 caracteres y de 8 a 16, pero no de 4 a 8.

Este retraso en número de caracteres entre un proceso de memoria y otro también afecta al tiempo de reacción. No obstante, solo se observaron diferencias cuando se incrementa de 1 a 4 caracteres de retraso. Si los sujetos ven un carácter, seguido de otro y el tercero vuelve a ser el primero, tardan menos en el reconocimiento que si ven un carácter, seguido de 4, siendo el quinto el mismo que el primero.

En otros estudios se ha establecido que para estímulos verbales el hemisferio izquierdo codifica y recuerda mejor. En cambio, este estudio muestra que para los estímulos no verbales no hay tal lateralización. No obstante, si se observa que hay mejor rendimiento y mayor rapidez cuando la información se codifica y se recuerda a nivel intrahemisférico. Si tendríamos que estudiar imágenes presentadas en el campo visual derecho, vamos a reconocerlas mejor y más rápido si se vuelven a presentar en el mismo campo visual.

¿Qué implicaciones tiene esto para el lenguaje no verbal? Por ejemplo, parece que las señales no verbales que otros emiten no las codificamos necesariamente en el hemisferio derecho. Si observamos el comportamiento no verbal de una persona solo a través del campo visual derecho (hemisferio izquierdo), podemos captarlo, interpretarlo y recordarlo igual de bien que si dicha persona se situa en nuestro campo visual izquierdo.

 

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