Amigos del Behavioral Economics Blog, esta semana presentamos el artículo “Are strangers just enemies you have not yet met? Group homogeneity, not intergroup relations, shapes ingroup bias in three natural groups”, de Dogan, G.; Glowacki, L. y Rusch, H. (2022), en el que los autores realizan un estudio con diferentes grupos étnicos no occidentales para comprender mejor el funcionamiento del sesgo del endogrupo en las relaciones intergrupales.

En el artículo de esta semana vamos a centrarnos en un sesgo que nos afecta en muchos contextos distintos: el sesgo del endogrupo.

En muchas sociedades y entornos, las personas tienden a favorecer a los miembros de su grupo sobre los demás. Sin embargo, especialmente en entornos no competitivos, o sin identidades grupales destacadas, la mayoría de las personas es capaz de preocuparse de forma positiva y genuina por el bienestar de los demás. 

La cooperación entre grupos internos y externos está impulsada, principalmente, por expectativas de reciprocidad futura, lo que respalda la opinión de que la cooperación entre personas de un mismo grupo, da forma a la identidad grupal de éstas

La amenaza del grupo externo aumenta, a su vez, la cooperación dentro del grupo interno, afectando positivamente, como ya hemos señalado, a la identidad de grupo. 

A pesar de estos datos, se sabe poco sobre el sesgo de endogrupo en miembros de grupos naturales que experimentan conflictos entre sí y con otros. En particular, falta literatura que compare el comportamiento de grupos, distintos entre sí, con o sin enemistad entre ellos, con extraños no identificados. 

En este artículo, los autores abordan estas ideas usando evidencias empíricas obtenidas de un experimento con grupos naturales, procedentes de Etiopía, cuyas identidades grupales son su característica definitoria de la vida diaria, y afectan a sus relaciones intergrupales. 

Cómo es y cómo se construye la relación entre dos o más grupos puede dar forma también a cómo se manifiesta el sesgo del endogrupo: si hablamos de dos o más grupos que tienen una relación neutral, la preocupación por miembros ajenos a nuestro grupo puede existir, interesándonos por su bienestar; mientras que, si los grupos son rivales, esto es poco probable. 

Por ejemplo, existe una fuerte rivalidad basada en la afinidad con grupos políticos o clubs de fútbol, aumentando el favoritismo del partido o el club elegido por uno mismo. 

Además, el sesgo del endogrupo puede ser mayor en grupos que étnica y culturalmente son heterogéneos entre sí. 

Una característica importante de la mayoría de las investigaciones que hay sobre grupos sociales, es que se centran en sociedades occidentales, industrializadas, ricas y democráticas, donde las identidades y rivalidades grupales no son una característica definitoria de la vida cotidiana. 

Por este motivo, los autores deciden llevar a cabo su estudio con población perteneciente a los grupos naturales más importantes que habitan en el valle del sur de Omo, en Etiopía. Dos de estos grupos, Daasanach y Nyangatom, son enemigos desde hace mucho tiempo. Sus conflictos suelen estar motivados por el deseo de venganza, son grupos muy distintos que tienen incluso sus propias instituciones, una fuerte identidad grupal, límites rígidos, y además derecho al autogobierno a nivel local. El tercer grupo elegido, Highlanders, tiene una relación neutral con los otros dos, pero este es muy distinto a ellos: los miembros de este grupo son étnicamente heterogéneos sin una identidad cultural cohesiva. 

En la tarea asignada a las personas de estos tres grupos, dos jugadores debían decidir si expropiar la posesión de un tercer jugador pasivo, “la víctima”. La idea era observar como los grupos Daasanach y Nyangatom se comportaban con el tercer grupo, Highlanders; pero también realizar distintas combinaciones para conseguir unos hallazgos más ricos. 

Inicialmente, cada jugador tenía 10 fichas, y los dos jugadores activos debían decidir si distribuir equitativamente entre ambos la dotación del tercero, o repartir entre los tres, o dejarle su dotación intacta, entre otras muchas posibilidades. 

Los resultados respaldan las teorías que conciben el sesgo del endogrupo como una preocupación por el bienestar de los miembros del grupo propio, con poca o ninguna preocupación por los grupos ajenos, incluso cuando hablamos de grupos con una relación neutral sin conflictos. 

Parece ser que la homogeneidad del grupo aumenta el efecto del sesgo del endogrupo, exhibiendo mayores preocupaciones por aquellos con los que convives y forman parte de tu círculo. 

Al evaluar los resultados, los autores ven que guardan ciertas diferencias con los estudios realizados en contextos occidentales. En estos últimos, parece ser que los participantes tuvieron mayor consideración por las personas pertenecientes a otros grupos, en comparación con el estudio que nos ocupa. 

Los autores consideran que esto ocurre porque las identidades grupales de los grupos étnicos de este estudio son más marcadas, más fuertes, y tienen unos límites más rígidos, además de marcar su vida diaria. 

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